A sus 72 nos, acabó la prueba en cinco horas

El participante de más edad en la maratón popular de Madrid fue Luis Mira, un sevillano de 72 años. Llegó a la meta en menos de cinco horas. «Hice un mal tiempo, quizá porque me entrené demasiado», declaró. Empezó a correr a los cincuenta años, antes nadaba, y la maratón del domingo fue la segunda que hizo en su vida. La primera fue el año pasado.Una cucharada de miel de azahar y un zumo de limón natural después de las comidas es el secreto de Luis Mira. Por lo demás, come de todo, hace una vida ordenada y en su quehacer cotidiano no tienen cabida el tabaco ni el alcohol «aunque una cervecita ...

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El participante de más edad en la maratón popular de Madrid fue Luis Mira, un sevillano de 72 años. Llegó a la meta en menos de cinco horas. «Hice un mal tiempo, quizá porque me entrené demasiado», declaró. Empezó a correr a los cincuenta años, antes nadaba, y la maratón del domingo fue la segunda que hizo en su vida. La primera fue el año pasado.Una cucharada de miel de azahar y un zumo de limón natural después de las comidas es el secreto de Luis Mira. Por lo demás, come de todo, hace una vida ordenada y en su quehacer cotidiano no tienen cabida el tabaco ni el alcohol «aunque una cervecita de cuando en cuando no viene mal».

A Luis Mira le entró la afición a nadar desde pequeño. Llegó a participar en los campeonatos de España y luego se hizo entrenador de waterpolo. Llegó a hacer la travesía Rota-Cádiz a nado y se preparó intensamente para cruzar el estrecho de Gibraltar, empresa que no llevó a cabo porque cuando se disponía a hacerlo tuvo un fuerte enfriamiento. «Luego no lo intenté más veces, porque sabía que la preparación que tenía por aquel entonces no iba a conseguirla otra vez. Después dejé la natación, porque me iba mal para las piernas el agua fría, y como me gustaba el deporte me dio por correr».

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A los cincuenta años comenzó a tomar parte en pruebas de veteranos, siempre de ámbito regional, hasta que el año pasado decidió intentar correr la maratón de Madrid. Acabó en cuatro horas y media; por eso dijo que este año había hecho un mal tiempo. «Comencé la preparación específica hace tres meses, a base de unos setenta o noventa kilómetros semanales, treinta más de los que hago normalmente para estar en forma».

Luis Mira se levanta a las siete de la mañana. Desayuna un vaso de leche, un café solo, pan integral desmenuzado y la cucharada de miel. Se entrena y a continuación pasa la mañana en el Club Náutico de Sevilla, del que es socio fundador. A la una come, reposa y por la tarde vuelve de nuevo al club a echar la partida; a las 10.30 de la noche se acuesta.

En su casa, donde vive con dos hermanas y su madre, de 102 años, tiene medio centenar de trofeos, pero ninguno de la maratón «porque como no está prevista para la clasificación de superveteranos» ni de ningún organismo oficial, pese a que está federado y que se ha solicitado para él una distinción del Consejo Superior de Deportes.

El piensa correr mientras el cuerpo dure. «Yo me hago un chequeo todos los días cuando corro, porque las enfermedades avisan. Si no me duele nada es que todo va bien. Así llevo años y anos sin meterme en la cama por problemas de salud».

Luis Mira regresó ayer a Sevilla. Ahora acometerá su plan de mantenimiento -entre cuarenta y cincuenta kilómetros semanales, repartidos en cuatro sesiones-, para afrontar más tarde el específico maratoniano, ya que sus planes está el correr este año la maratón de San Sebastián.

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