SALUD

Clausuradas las II Jornadas de Estudio de Estupefacientes

Erradicar el hambre de ciertos países del Tercer Mundo debería ser un objetivo muy anterior al planteamiento del problema de la conveniencia de prohibir el cultivo de las drogas en los mismos, en opinión del jefe superior de Policía de Valladolid, Eutiquiano de Prado, que intervino en la clausura de las II Jornadas de Estudio de Estupefacientes, dirigidas a funcionarios de la región policial de Valladolid.

El señor De Prado, en una conferencia a la que tuvo acceso Efe, calificó de «desolador» el proceso evolutivo de la droga en España desde el año 1964, en que se creó la Brigada Especia...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Erradicar el hambre de ciertos países del Tercer Mundo debería ser un objetivo muy anterior al planteamiento del problema de la conveniencia de prohibir el cultivo de las drogas en los mismos, en opinión del jefe superior de Policía de Valladolid, Eutiquiano de Prado, que intervino en la clausura de las II Jornadas de Estudio de Estupefacientes, dirigidas a funcionarios de la región policial de Valladolid.

El señor De Prado, en una conferencia a la que tuvo acceso Efe, calificó de «desolador» el proceso evolutivo de la droga en España desde el año 1964, en que se creó la Brigada Especial de Estupefacientes, hasta nuestros días. Según los últimos datos estadísticos manejados por el conferenciante, durante el año 1979 murieron en España diecisiete jóvenes por sobredosis de droga y se practicaron 5.574 detenciones por tráfico y 3.462 por tenencia y consumo. Durante este mismo período de tiempo, fueron aprehendidos 20.020 kilogramos de cannabis, 45,124 de cocaína; 16,770 de opio,y 10.124 dosis de LSD.«Hemos pasado en pocos años», dijo el máximo responsable de la policía de Valladolid, «de ser un país que no contaba para nada, que no fuera el mero tránsito de la droga desde el norte de Africa hacia Europa, a convertimos en el segundo país del continente en el consumo de productos derivados del cáñamo indio».

Dijo también el señor De Prado que la policía está de acuerdo con la medicina en que la droga, además de un problema familiar y social, es un problema de salud y de sanidad pública, como lo son los que originan otros productos, como el alcohol y el tabaco, «aunque tengan las bendiciones de las sociedades».

Tras considerar así el problema, el conferenciante añadió que «en tanto que policías, aunque sigamos luchando contra el traficante, que es nuestra misión principal, podemos y debemos luchar en colaboración con las autoridades sanitarias encargadas de los centros dedicados a la desintoxicación o tratamiento de estos enfermos», y pidió para Valladolid la creación de un centro de tratamiento de toxicómanos, alcohólicos incluidos.

Se preguntó a continuación el señor De Prado si el problema de la droga llegará a solucionarse algún día, y citó la experiencia de Estados Unidos y Gran Bretaña, que no han encontrado aún la solución, a pesar de contar con los mejores medios técnicos. Tras afirmar que, si el problema de la droga se enfoca parcialmente, no tendrá solución, propugnó la puesta en práctica de medidas de carácter internacional, y no locales, para erradicar, primero el hambre de muchos países del Tercer Mundo, y luego poder abordar los problemas de prohibición de esos cultivos.

«Si les decimos», añadió, «a los campesinos de la zona occidental de Asia, a sabiendas de que tienen como único medio de vida el cultivo de la adormidera, que eso es un atentado contra la salud pública, nos dirán que sus hijos se mueren de hambre y que ellos tienen tanto derecho a plantar la adormidera o cultivar la cannabis como nosotros a sembrar el tabaco o el viñedo, porque hay países, como Afganistán, en que el alcohol está prohibido bajo penas de varios años de cárcel, mientras sé puede comprar opio libremente».

Archivado En