Suárez: "Esperaré el tiempo que sea necesario para resolver la remodelación"

La remodelación del Gobierno no se anunciará, con toda probabilidad, hasta la semana próxima, según se desprende de las declaraciones que el propio presidente del ejecutivo, Adolfo Suárez, hizo ayer en las Cortes: «Yo nunca me he puesto plazos para resolver esto y emplearé todo el tiempo que sea necesario para hacer las cosas bien». En medios políticos, tanto del Gobierno como de la oposición, la sensación dominante era que se ha dado un gran parón a la crisis, ante los problemas internos surgidos, fundamentalmente por la contestación a las soluciones previstas para la remodelaci...

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La remodelación del Gobierno no se anunciará, con toda probabilidad, hasta la semana próxima, según se desprende de las declaraciones que el propio presidente del ejecutivo, Adolfo Suárez, hizo ayer en las Cortes: «Yo nunca me he puesto plazos para resolver esto y emplearé todo el tiempo que sea necesario para hacer las cosas bien». En medios políticos, tanto del Gobierno como de la oposición, la sensación dominante era que se ha dado un gran parón a la crisis, ante los problemas internos surgidos, fundamentalmente por la contestación a las soluciones previstas para la remodelación. En fuentes solventes de UCD se hablaba con insistencia de auténtico «acoso al presidente».Sólo algunos representantes del sector democristiano centrista aseguraban que la solución está prácticamente perfilada, que sólo queda encajar las últimas piezas, aunque ello lleve el fin de semana, y que la solución final tendrá alcance medio en cuanto al número de carteras que se verán afectadas. Se insistió también en que un elemento fundamental de la crisis será que no sólo alcance a determinadas carteras ministeriales, sino al propio partido, al Parlamento -cargo de portavoz en el Congreso- y a puestos importantes de la Administración económica y, más concretamente, del sector público de la economía.

El presidente manifestó a un grupo de periodistas que debe hacer frente a tres áreas de preocupación: las autonomías y la estructuración del Estado, » en general; los problemas económicos y «lo que podríamos llamar», dijo, «el imperio de la ley, es decir, orden público, seguridad ciudadana, etcétera». Añadió que en función de estos supuestos hará la remodelación de Gobierno que sea necesaria para obtener los máximos beneficios de ella y dar respuesta a los problemas.

Insistió Suárez repetidamente en que nunca ha puesto plazo para la formación del nuevo Gobierno, y puntualizó que se tomará todo el tiempo que crea necesario.

Al indicarle que hay noticias de que la Administración trabaja a medio gas a la espera del cambio de Gobierno, respondió que, si eso es así, habría que correr el riesgo de ese inconveniente para « hacer bien la tarea que se pretende». De cualquier forma, puntualizó que no debe hablarse de crisis, sino de remodelación, ya que en una crisis de Gobierno intervienen las fuerzas parlamentarias, mientras lo actual se circunscribe a la misma línea de Gobierno monocolor que existe. Preguntado sobre el despacho que mantuvo con el Rey el pasado martes por la noche, y si en aquella ocasión no llevaba ya la lista que tenía preparada, el presidente respondió que no era él quien había vinculado esa audiencia con la remodelación, aunque en la prensa hubiese aparecido vinculada.

«Como presidente del Gobierno», añadió Suárez, «despacho con el Rey una o dos veces por semana de los asuntos del Estado, con la frecuencia que sea necesaria». Por último, aseguré que «todavía no está terminado el cuadro de la remodelación».

También manifestó que antes de que la remodelación del Gobierno se haga pública, se reunirá la comisión permanente de UCD, la cual «tiene el derecho y el deber» de estar al tanto del asunto. Medios centristas señalan que tal reunión podría celebrarse el lunes.

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Al preguntarle a Suárez por qué no se trató de los cambios de Gobierno en la reunión que la permanente celebró el pasado lunes, replicó que sí se trató: «Yo al menos hablé de ellos, como hablamos de otros muchos temas de interés».

En cuanto al posible malestar en el seno de UCD por las tensiones que provoca la remodelación, dijo que, al menos en aquella reunión de la permanente, no apareció muestra alguna de malestar y agregó que las tensiones que pueda haber son las normales, en todo caso.

Con independencia de las manifestaciones de Suárez, algunos medios centristas aseguraban ayer que el desenlace final del reajuste podría perfilar lo que se ha dado en llamar superministerios, tal y como la próxima ley del Gobierno y de la Administración concibe la estructura del Ejecutivo.

Con ello se adelantaría la realidad político-administrativa a las previsiones legales que ha elaborado el ministro de la Presidencia, José Pedro Pérez-Llorca, patrocinador de este proyecto de ley, que se debatirá en el Parlamento antes del verano.

La figura de Pérez-Llorca sigue en pie como elemento decisivo de la remodelación. El miércoles por la noche mantuvo una entrevista con el presidente de las Cortes, Landelino Lavilla, que aparece con presencia muy activa en el juego de fuerzas dentro de UCD. Durante el día de ayer, los contacto de Pérez-Llorca con Lavilla fuero amplios. El propio Pérez-Llorca que ha procurado mantenerse al lado de los informadores durante estos días, parece de acuerdo en propiciar este adelanto de las previsiones legales, que refuerza la idea de los superministerios y potencia el número de secretarios de Estado. Al parecer, los servicios jurídicos de Presidencia han recibido el encargo de elaborar un informe sobre la remodelación administrativa en esta dirección. La noticia circuló ayer en los pasillos del Congreso, pero no fue posible confirmarla oficialmente.

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