Los trabajadores de Censa abandonan la ocupación del consulado de Venezuela en Vigo

Después de doce horas de encierro, los 51 ocupantes del consulado de Venezuela en Vigo, trabajadores de Censa y familiares, abandonaron las dependencias consulares, en las que permanecían también diez funcionarios y la encargada del departamento.

A las 12.20 de la madrugada de ayer, una llamada telefónica desde el Ministerio de Trabajo advertía a los ocupantes del consulado que no se celebraría la reunión prevista para hoy entre la Administración, Comisiones Obreras y Duro Felguera si no abandonaban el encierro. La salida se hizo sin incidentes, tal como transcurrió la ocupación....

Después de doce horas de encierro, los 51 ocupantes del consulado de Venezuela en Vigo, trabajadores de Censa y familiares, abandonaron las dependencias consulares, en las que permanecían también diez funcionarios y la encargada del departamento.

A las 12.20 de la madrugada de ayer, una llamada telefónica desde el Ministerio de Trabajo advertía a los ocupantes del consulado que no se celebraría la reunión prevista para hoy entre la Administración, Comisiones Obreras y Duro Felguera si no abandonaban el encierro. La salida se hizo sin incidentes, tal como transcurrió la ocupación.

Ayer la Embajada venezolana publicó una nota en la que informaba del cierre indefinido de las dependencias consulares de Vigo. Mientras tanto, en Madrid se celebraba, ayer por la mañana, la prevista reunión entre representantes de Comisiones Obreras y Duro Felguera con el director general de Empleo. Según fuentes de CC OO, el mantenimiento del empleo en Censa es una de las condiciones alegadas por la Administración para apoyar la concesión de los créditos solicitados, por un valor de cuatrocientos millones de pesetas.

Es posible que hoy se celebre una nueva reunión con uno de los asesores de Abril Martorell, al que se planteará la necesidad de agilizar la posible concesión de los créditos para resolver el problema.

La del martes ha sido la tercera ocupación de entidades diplomáticas realizada por trabajadores de Censa, quienes se habían encerrado anteriormente en el consulado francés de Gijón y la Embajada española en París.