Recrudecimiento del terrorismo de extrema derecha en Roma

El terrorismo de la ultraderecha fascista tiene raíces profundas en Roma. De cuando en cuando entra en erupción como un volcán, sembrando el pánico en la capital. Este es el caso actual. Mientras, precisamente, en el norte de Italia, gracias a las confesiones de «terroristas arrepentidos» de extrema izquierda, se le está dando un duro golpe a la primera organización del país, las Brigadas Rojas, en Roma se han multiplicado los atentados negros. Las fuerzas del orden han empezado a descubrir también una serie de centrales y depósitos de armas de extremistas fascistas. Ha sido detenido una serie...

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El terrorismo de la ultraderecha fascista tiene raíces profundas en Roma. De cuando en cuando entra en erupción como un volcán, sembrando el pánico en la capital. Este es el caso actual. Mientras, precisamente, en el norte de Italia, gracias a las confesiones de «terroristas arrepentidos» de extrema izquierda, se le está dando un duro golpe a la primera organización del país, las Brigadas Rojas, en Roma se han multiplicado los atentados negros. Las fuerzas del orden han empezado a descubrir también una serie de centrales y depósitos de armas de extremistas fascistas. Ha sido detenido una serie de individuos que van desde los vanguardistas del Movimiento Social Italiano (MSI), que dirige Giorgio Almirante, hasta hippies y drogadictos vinculados a la extrema derecha, algo hasta ahora desconocido en el mundo del terrorismo fascista.

Las fuerzas políticas de la izquierda han acusado reiteradamente a un sector de la Magistratura romana por haber sido más bien blanda con este terrorismo de los ultras de derecha. Se asegura en algunos ambientes políticos que las fuerzas del orden conocían muy bien a muchos de los líderes de este terrorismo, a sus bandas y a sus centrales, y que se les dejaba actuar casi impunemente, sobre todo en los momentos de recrudecimiento del «terrorismo rojo», para crear, así, la tesis de los «extremismos opuestos», que en definitiva serviría para dar votos al centro-derecha, como pasó en los famosos tiempos de 1968.El mundo de la extrema derecha romana es muy complejo. Oficialmente, Giorgio Almirante echó del MSI a los sectores más violentos. De veintiséis secciones de su partido, sólo unas diez están abiertas actualmente. Los jóvenes del Frente de la Juventud que el partido consigue movilizar son unos 3.000. Pero, en realidad, cuando deciden apoderarse de la ciudad en los momentos candentes son muchos más. El grupo terrorista clandestino de esta extrema derecha son los Núcleos Armados Revolucionarios.

Después de la oleada de atentados de estos últimos días en Roma, sobre todo contra secciones de partidos de izquierda, la policía ha decidido entrar en acción, y las detenciones -con todo el material que ha encontrado- han confirmado una hipótesis que los observadores habían hecho últimamente también dentro de la extrema derecha existe un sector «autónomo», es decir, un movimiento de contestación dentro del partido y no controlado por éste, y del cual ha nacido el «partido armado» de extrema derecha.

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