CASTILLA-LEON

Joven detenido muere en extrañas circunstancias en Medina del Campo

Amado Pérez Diéguez, de veintiséis años de edad, pereció abrasado en la madrugada del pasado lunes al declararse un incendio por causas todavía desconocidas en la celda donde había sido encerrado horas antes por la Policía Municipal de Medina del Campo.

El joven, natural de Rubí de Bracamonte (Valladolid), trabajaba desde hace cuatro años como soldador en una de las empresas que construyen la central nuclear de Lemóniz. Tras pasar las vacaciones de Semana Santa junto a su familia en su pueblo natal, Amado Pérez se dirigió el domingo por la tarde, acompañado por su amigo Fernando Gon...

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Amado Pérez Diéguez, de veintiséis años de edad, pereció abrasado en la madrugada del pasado lunes al declararse un incendio por causas todavía desconocidas en la celda donde había sido encerrado horas antes por la Policía Municipal de Medina del Campo.

El joven, natural de Rubí de Bracamonte (Valladolid), trabajaba desde hace cuatro años como soldador en una de las empresas que construyen la central nuclear de Lemóniz. Tras pasar las vacaciones de Semana Santa junto a su familia en su pueblo natal, Amado Pérez se dirigió el domingo por la tarde, acompañado por su amigo Fernando González, conocido como el Titi, a Medina del Campo, para tomar a las 2.15 de la madrugada el tren rumbo al País Vasco.Mientras llegaba la citada hora, los dos amigos estuvieron tomando unas copas y a las doce entraron en el bar Las Vegas, situado en la plaza Mayor. Según la versión de Fausto López, también natural de Rubí de Bracamonte y camarero del establecimiento, los jóvenes no provocaron ningún altercado serio, sino que «Fernando González, conocido del propietario del bar, estuvo bromeando con el dueño, hasta que éste se molestó un poco». Cuando acudió la Policía Municipal», agrega el camarero, «el dueño de Las Vegas les dijo que no pensaba poner denuncia contra, los jóvenes, y éstos, que habían salido corriendo, quizá porque estuvieran algo alegres, volvieron cuando les llamaron los agentes y estuvieron hablando con ellos».

Fernando González el Titi, que se halla aún bajo una fuerte depresión nerviosa, aseguró a EL PAÍS que «nos encerraron por nada; lo único que hicimos fue no querer salir del bar cuando el propietario nos dijo que iban a cerrar, y luego, como lo conocíamos, por gastarle bromas ». El Titi recuerda perfectamente que les encerraron a uno en cada celda -«la de Amado era muy pequeña»- y que alrededor de las dos de la mañana vio salir humo del recinto donde se hallaba su amigo y escuchó las voces de socorro de éste. «Me decía: "Sálvate tú que yo me quemo". Sin embargo, los policías municipales se habían marchado y allí no había nadie; yo pedí también auxilio y estoy seguro que en la calle nos oyeron, pero no acudió nadie; antes de desmayarme vi como Amado se agarraba a los barrotes y caía al suelo. »

El suceso no fue descubierto hasta las cuatro de la mañana, hora en que regresaron los policías al cuartelillo. En principio se creyó que habían fallecido los dos jóvenes, pero posteriormente se comprobó que Fernando González aún respiraba.

La familia de Amado Pérez va a presentar una querella criminal por negligencia contra la Policía Municipal. Cipriano Pérez, tío de la víctima, se ha desplazado desde Francia, donde trabaja desde hace veinte años, para iniciar todos los trámites. «Estamos dispuestos», indicó a EL PAÍS, «a gastar todo el dinero que haga falta hasta llegar al final y esclarecer el tema. Fernando Gil, cuñado del fallecido, piensa que además de negligencia, la Policía Municipal cometió abuso de autoridad. «No se puede, así, por las buenas, encerrar a dos personas en un calabozo y marcharse de ahí; además, los tres policías municipales fueron vistos en un bar de una gasolinera tomando unas copas a las dos de la madrugada.» Esta versión fue confirmada también por Fausto López, el camarero de Las Vegas.

Ignacio Cano, alcalde socialista de Medina del Campo, indicó, sin embargo, que desde la una hasta las cuatro de la madrugada la Policía Municipal tuvo que prestar varios servicios: desplazarse hasta un edificio donde se declaró un pequeño incendio, hacer indagaciones respecto a un posible robo de coche y vigilar el tráfico por la carretera de La Coruña, abundante por ser domingo de Pascua. No obstante, el Ayuntamiento ha incoado ya un expediente sobre el tema.

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