OCDE recomienda una mayor inversión y productividad para salir de la crisis

La Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) hizo público ayer su informe anual sobre la situación económica española que, en esencia, predice que el período de estagflación (inflación más estancamiento) en que se encuentra sumergida la economía española será de difícil superación y, desde luego, no se saldrá de ella a menos que se adopte una política de rentas decidida junto a un aumento notable de la inversión y de la productividad. Asimismo, el informe resalta que serán necesarios cambios estructurales en el sistema de producción, en línea con los experimentados en la estruc...

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La Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) hizo público ayer su informe anual sobre la situación económica española que, en esencia, predice que el período de estagflación (inflación más estancamiento) en que se encuentra sumergida la economía española será de difícil superación y, desde luego, no se saldrá de ella a menos que se adopte una política de rentas decidida junto a un aumento notable de la inversión y de la productividad. Asimismo, el informe resalta que serán necesarios cambios estructurales en el sistema de producción, en línea con los experimentados en la estructura de la demanda interna y externa.

El informe (un resumen del mismo fue adelantado en nuestra edición del pasado miércoles, 2 de abril) también aconseja el mantenimiento, por lo menos a los mismos niveles, de la inversión del sector público, pero con unos criterios empresariales más racionales y eficientes, y señala que el retraso injustificado de medidas de acción a medio plazo podría agravar de por sí un «panorama económico mundial desfavorable que tendrá obvias consecuencias sobre cada miembro de la organización».Los informes anuales de la OCDE se consideran como el análisis más objetivo de la situación económica de un país, y sus recomendaciones, por lo general, se estiman en los medios responsables económicos como las aportaciones más serias en los ajustes de las políticas económicas. En este sentido, el informe de este año de la OCDE con relación a España estima que «el comportamiento potencial relativo de la economía española parece bastante bueno, si se adoptan las políticas adecuadas».

En el informe, que consta de 62 páginas en su edición inglesa, se enumeran algunas de las medidas que, en opinión de la OCDE, podrían convertir en adecuada la política económica española. Entre ellas hay que señalar las siguientes:

- La moderación en los acontecimientos de rentas nominales es condición esencial pero insuficiente para liberar a la economía española de la presente situación de estagflación.

- Incrementos en la productividad y la inversión son igualmente necesarios, así como una serie de amplios cambios en la estructura de la producción en línea con las modificadas condiciones en la estructura de la demanda interna y externa.

- El aumento de la inversión privada podría conseguirse más fácilmente con una política monetaria y crediticia apropiada, si las presiones en los costes salariales son difíciles de abatir.

- La implantación sin retrasos indebidos del programa energético oficial y las reformas planeadas en el sistema financiero ayudarán a mejorar la infraestructura material y el panorama institucional para un crecimiento más rápido y continuado.

- Las fuerzas del mercado deberán desempeñar un papel más amplio en el futuro, pero esto no significa que el sector público deba reducir su importancia, aunque sí mejorando sus métodos empresariales y eficacia.

Previsiones para 1980

En cuanto a las previsiones macroeconómicas, tras señalar que las fuerzas internacionales son adversas a una salida inmediata de la crisis, el informe resalta que «la orientación de la política económica parece más favorable que el pasado año a un relanzamiento de la actividad, pero el contexto exterior es sin duda menos propicio».En este sentido, las previsiones de la OCDE para España durante el año 1980 son: un crecimiento del producto interior bruto (PIB) en torno al 1,75%, una inflación ligeramente superior a la del pasado año, un índice de paro en aumento (y superior al 10% actual) y un déficit de la balanza por cuenta corriente que alcanzará previsiblemente los 2.700 millones de dólares (frente al superávit del pasado ejercicio).

En sus apartados introductorios, el informe analiza los esfuerzos realizados por anteriores y el presente Gobierno para reequilibrar la economía española y concluye que este proceso todavía no se ha alcanzado en su totalidad. No obstante, opina que se han realizado «progresos sustanciales» a la hora de alcanzar una expansión más duradera de la producción y el empleo.

Nivelar la balanza de pagos y reducir la inflación

El informe identifica los peligros a que hace frente la economía española y los enumera de la siguiente manera: un contexto internacional desfavorable, una posición de la balanza de pagos en franco deterioro y una inflación en proceso creciente de aumento.El informe, cuando se mete en una serie de acusaciones poco explicitadas sobre la política económica española, habla de la «herencia del pasado» y de la laboriosidad de un proceso de ajuste cuyas metas finales no se han alcanzado. Por fin culpa al Gobierno actual de no haber sabido aprovechar coyunturas favorables (como la de la primera mitad de 1979) a nivel internacional para dar un fuerte empujón a la salida de la crisis.

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