Suárez habrá de decidir sobre la elección del comité regional centrista

Manuel Bermejo fue elegido el domingo, en Cáceres, presidente del comité regional de UCD de Extremadura, si bien la validez de la elección se somete al criterio del presidente nacional del partido, Adolfo Suárez, a cuyo arbitrio se ha puesto la cuestión, dado que la elección de Manuel Bermejo, que es diputado por Cáceres, no se ajusta a lo establecido en los actuales estatutos del partido centrista, que exige la presencia de las dos terceras partes de los miembros del comité regional, extremo que no fue cumplido, al no comparecer nueve de los veintitrés miembros que componen el citado comité....

Manuel Bermejo fue elegido el domingo, en Cáceres, presidente del comité regional de UCD de Extremadura, si bien la validez de la elección se somete al criterio del presidente nacional del partido, Adolfo Suárez, a cuyo arbitrio se ha puesto la cuestión, dado que la elección de Manuel Bermejo, que es diputado por Cáceres, no se ajusta a lo establecido en los actuales estatutos del partido centrista, que exige la presencia de las dos terceras partes de los miembros del comité regional, extremo que no fue cumplido, al no comparecer nueve de los veintitrés miembros que componen el citado comité.

En círculos políticos cercanos al partido centrista se intuía que la elección del presidente del comité regional podía ser objeto de algún tipo de acción encaminada a que el acto no se llevara a efecto debido a las tensiones que existen en el seno del partido a nivel de Badajoz, que han afectado a las relaciones con el de Cáceres. El comité ejecutivo de la provincia de Badajoz acordó hace unas semanas retirar la confianza a Luis Ramallo, presidente de la Junta Regional de Extremadura, lo que levantó una dura polémica que dejó traslucir la existencia de dos posturas encontradas, cuyo nacimiento se halla en la asamblea para la elección del comité ejecutivo provincial.La elección del presidente del comité regional de UCD de Extremadura debió quedar resuelta en una asamblea celebrada a últimos de febrero, donde, según parece, se puso sobre el tapete el pacto acordado entre los respectivos comités de las dos provincias, según el cual os cargos de carácter regiolnal deben ser rotatorios entre las dos provincias, de tal manera que por haber sido Luis Ramallo, senador por Badajoz, presidente, el 9 de junio cesará en su cargo para acceder un miembro de la Junta de Cáceres, en este caso, Manuel Bermejo. Simultáneamente, el mayor número de consejerías que ahora desempeñan miembros de Cáceres pasarían a Badajoz. Por otra parte, el presidente del comité regional del partido sería de la provincia de la cual no fuera el presidente de la Junta de Extremadura.

Enrique Sánchez de León, presidente del partido de Badajoz, y con aspiraciones a la presidencia del comité regional, exige el cumplimiento de este pacto como premisa para la elección del presidente regional, mientras que el criterio le Manuel Bermejo, apoyado por Luis Ramallo, es distinto, y no considera tal pacto como obstáculo para elegir ahora al presidente regional. La elección, pues, se llevó afecto, y en ella participaron sólo tres de los miembros del comité de Badajoz: Luis Ramallo, Juan Antonio Ortega y Díaz Ambrona y Vicente Sánchez Cuadrado. Con todos estos antecedentes, la expectación de la controvertida presidencia ha ido tomando auge, y ésta se dejó sentir en el acto de elección, donde se notó una cierta tensión, sobre todo al recibirse, antes de conocerse el resultado de la votación, un telegrama del comité local de Badajoz deplorando la «impertinente injerencia de tontos útiles cacereños en asuntos internos», telegrama que dejó heladosa los asistentes, sin que nadie, en principio, se atreviese a manifestarse. Tan sólo Luis Ramallo habló para calificarlo de intolerable, diciendo que para Extremadura son mejores los tontos útiles que los listos inútiles.

Al término de la sesión, Manuel Bermejo manifestó que sabía que el nombramiento no se ajustaba a los estatutos, aunque lo único que se había hecho era una declaración de intenciones y condicionar su elección al presidente del partido, quien debía buscar las soluciones a los problemas que tiene planteados la UCD de Extremadura.