Nuevo paro del sector de transportes de viajeros por carretera de Valladolid

Los trabajadores del sector de transportes de viajeros por carretera de Valladolid iniciaron ayer un nuevo paro que continuará también hoy, en protesta por la situación en que se hallan las negociaciones del convenio colectivo del ramo y para presionar a la patronal de cara a que se reanuden las conversaciones.

Como ocurrió durante la primera huelga mantenida los días 7 y 8 de marzo, el paro ha sido general y ha afectado fundamentalmente a tres actividades: las líneas de viajeros que unen Valladolid con otras ciudades y pueblos de la provincia y región, el transporte escolar y el trasla...

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Los trabajadores del sector de transportes de viajeros por carretera de Valladolid iniciaron ayer un nuevo paro que continuará también hoy, en protesta por la situación en que se hallan las negociaciones del convenio colectivo del ramo y para presionar a la patronal de cara a que se reanuden las conversaciones.

Como ocurrió durante la primera huelga mantenida los días 7 y 8 de marzo, el paro ha sido general y ha afectado fundamentalmente a tres actividades: las líneas de viajeros que unen Valladolid con otras ciudades y pueblos de la provincia y región, el transporte escolar y el traslado de trabajadores a sus respectivas empresas. Si en el curso de la próxima semana no hay un avance en las negociaciones, el sector volverá a la huelga los días 21 y 22 de marzo.El convenio del transporte de viajeros por carretera de Valladolid ha sido un motivo de conflictos desde que se iniciaron las negociaciones. En principio, las centrales sindicales que forman la comisión negociadora, UGT y CCOO, tuvieron que oponerse rotundamente al intento de la patronal de introducir en la negociación a Fuerza Nacional del Trabajo. Posteriormente, y durante la negociación, se ha llegado a los insultos e incluso al enfrentamiento físico entre ambas partes, y, finalmente, la parte social convocó una huelga legal de seis días alternos.

El principal punto de fricción es la negativa de los empresarios a fijar un horario concreto de trabajo. En el plano económico, las posturas están menos alejadas; los empresarios ofrecen un 15 % de aumento, frente al 16% pedido por los trabajadores.

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