Varios policías declararon como testigos en el juicio de Atocha

Los inspectores de policía José Luis González Gay y Antonio González Pacheco -conocido este último como Billy el Niño- negaron ayer, durante la tercera sesión del juicio por la matanza de Atocha, toda relación amistosa profunda con los procesados. No obstante, González Gay admitió que les conocía y que Fernández Cerrá le había dicho que conocían a «mucha gente» en la DGS, mientras González Pacheco no se explica por qué los procesados han declarado tener amistad con él.El subcomisario de polícia y funcionario del antiguo sindicato vertical del Transporte Enrique Vigil reconoció haber reg...

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Los inspectores de policía José Luis González Gay y Antonio González Pacheco -conocido este último como Billy el Niño- negaron ayer, durante la tercera sesión del juicio por la matanza de Atocha, toda relación amistosa profunda con los procesados. No obstante, González Gay admitió que les conocía y que Fernández Cerrá le había dicho que conocían a «mucha gente» en la DGS, mientras González Pacheco no se explica por qué los procesados han declarado tener amistad con él.El subcomisario de polícia y funcionario del antiguo sindicato vertical del Transporte Enrique Vigil reconoció haber regalado su pistola a uno de los implicados, Francisco Albaladejo, pese a que éste fue procesado por tenencia ilícita de armas. Un ex miembro de la Guardia de Franco, Cesáreo Biendicho, aseguró haber entregado su pistola a un amigo para que «pasase la revisión», sin acordarse después de reclamarla y sin que la Guardia Civil le llamara jamás la atención por no pasar el reglamentario control anual. Esta última pistola es la que apreció en poder del procesado Fernández Cerrá.

Por su parte, el antiguo dirigente de los Guerrilleros de Cristo Rey Mariano Sánchez Covisa fue advertido por el presidente del tribunal, antes de declarar, de que se abstuviera de hacer comentarios a las preguntas que se le formularan. Esto provocó un incidente con el letrado González Frías, defensor de uno de los procesados, quien insinuó al presidente que estaba perdiendo la serenidad, lo que motivó la contundente respuesta del magistrado. Las sesiones se desarrollan con la sala abarrotada de público y en medio de una tensión creciente.

Páginas 9, 10 y 11

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