Nace en Segovia el primer hijo de refugiados laosianos

Un matrimonio de laosianos celebró ayer en Segovia el nacimiento del primer niño de refugiados de esta nacionalidad que viven desde hace algún tiempo en España. No pasará demasiado tiempo antes de que a este bebé -una niña- le sigan otros, puesto que dieciséis mujeres laosianas, residentes asimismo en la citada ciudad castellana, están siendo tratadas por ginecólogos y se hallan en avanzado estado de gestación.

Virouna se llamará el primer vástago venido al mundo entre el primer contingente de laosianos refugiados en España que, en número aproximado a 250, se encuentran desde hace d...

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Un matrimonio de laosianos celebró ayer en Segovia el nacimiento del primer niño de refugiados de esta nacionalidad que viven desde hace algún tiempo en España. No pasará demasiado tiempo antes de que a este bebé -una niña- le sigan otros, puesto que dieciséis mujeres laosianas, residentes asimismo en la citada ciudad castellana, están siendo tratadas por ginecólogos y se hallan en avanzado estado de gestación.

Virouna se llamará el primer vástago venido al mundo entre el primer contingente de laosianos refugiados en España que, en número aproximado a 250, se encuentran desde hace dos meses en la residencia Tiempo Libre, de la localidad segoviana de San Rafael.

Se trata de una hembra de 3, 100 kilos, que ha visto la luz en la residencia sanitaria de la Seguridad Social de Segovia, adonde, fue trasladada su madre, la señora Konchay, de veinticinco años de edad, cuando fueron observados los primeros síntomas de parto. El alumbramiento discurrió felizmente bajo los cuidados del equipo de ginecología del centro sanitario que, por otra parte, viene atendiendo además a otras dieciséis laosianas que en los próximos meses darán a luz.

El padre de la primera criatura hispano-laosiana, Khamsa Pattana, ha explicado emocionado su alegría ante el desenlace, ya que el anterior hijo de su matrimonio con Konchay quedó abandonado durante su huida al atravesar el río Mekong, que él cruzó a nado, mientras su esposa lo hizo en una pequeña barca. Pattana y Konchay forman parte de una de las 51 familias laosianas que se encuentran en San Rafael, la mayor parte de las cuales profesan la religión budista, y sólo cinco son católicas.

En la residencia Tiempo-Libre la noticia ha sido acogida con gran entusiasmo por los refugiados, que esperan el regreso de madre e hija para celebrar el feliz acontecimiento. Algunos de los adultos de este primer contingente -se esperan nuevos, hasta completar aproximadamente el millar- ya han encontrado trabajo en la comarca, y en general, casi todos se han adaptado sin traumas a su nueva vida, pese a lo riguroso del clima de la sierra segoviana.

La señora Konchay, junto con Virouna, permanecen en la sección de maternidad de la residencia sanitaria, compartiendo la habitación con varias señoras.

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