Matar Euskadi

«Nunca hemos estado de acuerdo con la violencia armada. Siempre la hemos rechazado por razones éticas. humanas y políticas, cualquiera que fuese la víctima o el verdugo. En nuestros dos años largos de andadura como periódico, Deia ha sido claro y tajante. Nos negamos a aceptar esas muertes como el precio que hay que pagar para resolver las diferencias ideológicas o políticas. Creemos en los métodos racionales y civilizados de discusión, aunque, a veces, sean lentos y parezcan poco prácticos.Hoy nos faltan palabras para condenar el atentado mortal del que han sido víctima seis guardias c...

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«Nunca hemos estado de acuerdo con la violencia armada. Siempre la hemos rechazado por razones éticas. humanas y políticas, cualquiera que fuese la víctima o el verdugo. En nuestros dos años largos de andadura como periódico, Deia ha sido claro y tajante. Nos negamos a aceptar esas muertes como el precio que hay que pagar para resolver las diferencias ideológicas o políticas. Creemos en los métodos racionales y civilizados de discusión, aunque, a veces, sean lentos y parezcan poco prácticos.Hoy nos faltan palabras para condenar el atentado mortal del que han sido víctima seis guardias civiles. Denunciamos el hecho a voz en grito, para que nadie ponga en duda nuestra posición, como denunciamos todas las violencias de cualquier signo que fuera, y que se dan en Euskadi.

Pero somos conscientes de que las condenas verbales apenas tienen peso si no van acompañadas de un análisis de la situación, en el que cada grupo sea enfrentado ante el espejo de su propia responsabilidad.

Los grupos armados vascos deben aceptar la gravísima responsabilidad que han adquirido al empujar a nuestro país a un callejón sin salida. Aplicar esquemas tercermundistas violentos en una sociedad industrial occidental es un error estratégico, que condenan incluso los grupos izquierdistas más próximos a ellos.

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( ... ) La gran mayoría de nuestro pueblo no sólo no está de acuerdo con sus métodos, sino que los reprueba. La antigua simpatía que pudieron tener durante la etapa política anterior se ha convertido en distanciamiento y hasta miedo.

Al Gobierno habrá que recordarle que la cuestión vasca es un problema de Estado y no de partido. A los hombres de UCD, dedicados a la pequeña política de cada día, se les ha olvidado que la suerte de¡ Estado español se juega en Euskadi.

( ... ) UCD es un partido poco serio y nada honrado con respecto a nuestro país. No creemos en sus posturas ni en sus líderés, porque su torpeza y su juego sucio político son un factor de desestabilización. Ponen toda clase de dificultades administrativas, económicas, políticas respecto al País Vasco, tanto a nivel de empresas estatales como instituciones; frenan las transferencias de las competencias autonómicas; parece que no se to man demasiado en serio las actividades de los grupos armados "ultras". Quizá lo más'grave sea que todo esto sólo tiene un objetivo: dejar hundir al País Vasco, que el tema se deteriore y se pudra para que el movimiento autonómico del Estado no prospere. Euskadi es el líder y no conviene que su experiencia salga adelante.( ... ) Queremos creer, que las medidas especiales coyunturales que en materia de seguridad decretaba ayer tarde el Consejo de Ministros no constituyan un corsé para el pueblo vasco ni sean un recorte de los derechos de los ciudadanos.

, 2 de febrero

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