Cartas al director

AIvárez Cruz y el aborto

A la vista de la noticia publicada el pasado miércoles en EL PAIS, referente al sumario que se le ha abierto al magistrado-juez de Peligrosidad Social n.' 2 de Barcelona, Enrique Alvarez Cruz, de quien soy hermano, por haber aparecido su nombre entre los de los 1.200 firmantes de un escrito, mediante el cual sus redactores afirmaban haber ayudado a abortar, de una u otra manera, en alguna ocasión, debo manifestar lo siguiente:A requerimiento telefónico, desde Barcelona, de alguien cuya voz no identifiqué, pero que supuse persona conocida o, en todo caso, con justificación suficiente por...

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A la vista de la noticia publicada el pasado miércoles en EL PAIS, referente al sumario que se le ha abierto al magistrado-juez de Peligrosidad Social n.' 2 de Barcelona, Enrique Alvarez Cruz, de quien soy hermano, por haber aparecido su nombre entre los de los 1.200 firmantes de un escrito, mediante el cual sus redactores afirmaban haber ayudado a abortar, de una u otra manera, en alguna ocasión, debo manifestar lo siguiente:A requerimiento telefónico, desde Barcelona, de alguien cuya voz no identifiqué, pero que supuse persona conocida o, en todo caso, con justificación suficiente por razones políticas o morales para planteármelo, acepté que se incluyera mi nombre en dicho documento, cuyas consecuencias afrontaría, aunque no pudiera firmarlo personalmente por obvias razones de distancia geográfica, pero asumiento toda la responsabilidad que pudiera derivarse de ello. Al aparecer, precisamente en EL PAIS, la noticia de que se había hecho público dicho documento y ver que en él figuraba el nombre de mi hermano Enrique y no el mío, supuse que también él lo habría firmado, y que su mayor proyección social había sido la causa de que se mencionara su nombre, mientras se diluía el mío en el etcétera de los no especialmente significativos. Comenté con él el asunto y me mostró su extrañeza, pues no había firmado tal documento, del que ni si quiera tenía noticia, aunque me manifestó que si bien él no lo habría firmado, sí estaría dispuesto a hacer alguna declaración mostrándose partidario de la despenalización del aborto. Es de suponer, por tanto, que quien recabó mi firma, por alguna razón que no puedo conocer, se equivocó y dio el nombre de mi hermano.

(Pasa a página 10)

Alvarez Cruz y el aborto

(Viene de página 9)conocido entre los profesionales de la justicia por su talante democrático, causa tal vez de la confusión.

En su momento, ni mi hermano por delicadeza, ya que pensó que podría comprometerme si lo hacía, ni yo por timidez, pues me preocupaba pensar que pudiera interpretarse una carta de corrección como medio para que mi nombre figurase públicamente junto al de las personalidades firmantes y que era el afán de notoriedad el motor de mi aclaración, enviamos una nota rectificativa. La sorprendente noticia del sumarlo abierto contra mi hermano me obliga a superar la timidez para, con su permiso, aclarar que quien autorizó la inclusión de su nombre en el documento citado fui yo, no el juez de Peligrosidad Social Enrique Alvarez Cruz.

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