Los profesores del centro Agora no cobran desde septiembre

Los profesores del centro de bachillerato Agora, vinculado al colegio universitario Cardenal Cisneros, dependiente del Ministerio de Cultura, mantienen una huelga legal desde el pasado martes día 15, porque desde comienzos del presente curso no les ha sido abonada ninguna mensualidad y ningún organismo del Ministerio quiere asumir sus responsabilidades con respecto al centro.La decisión de acudir a la huelga fue motivada por el incumplimiento de los acuerdos tomados el 6 de diciembre pasado por el representante del Ministerio de Cultura ante el delegado de Trabajo de Madrid y el comité de huel...

Los profesores del centro de bachillerato Agora, vinculado al colegio universitario Cardenal Cisneros, dependiente del Ministerio de Cultura, mantienen una huelga legal desde el pasado martes día 15, porque desde comienzos del presente curso no les ha sido abonada ninguna mensualidad y ningún organismo del Ministerio quiere asumir sus responsabilidades con respecto al centro.La decisión de acudir a la huelga fue motivada por el incumplimiento de los acuerdos tomados el 6 de diciembre pasado por el representante del Ministerio de Cultura ante el delegado de Trabajo de Madrid y el comité de huelga.

Los problemas que en la actualidad tiene el centro, que comenzaron en enero del pasado año, han sido presentados por el profesorado en un escrito al nuevo ministro, Ricardo de la Cierva, solicitándole que tome cartas en el asunto, ante la actuación del gerente y las presuntas irregularidades cometidas por éste en materia de presupuestos.

El centro Agora fue creado como sección de BUP-COU del colegio universitario Cardenal Cisneros, en 1970, por el Patronato de Obras Docentes del Movimiento. En 1977 fue transferido a la Dirección General de la Juventud, del Ministerio de Cultura. En enero del pasado año, la intervención delegada del Ministerio de Hacienda rechazó la nómina del colegio universitario por problemas de incompatibilidades del profesorado de las secciones universitarias. A raíz de este hecho, la dirección trata de buscar un organismo del Ministerio que le financie a pesar de las irregularidades de su nómina.

Al dirigirse al ministro de Cultura, los profesores, además de recordarle que no han cobrado desde el mes de septiembre, le señalan el perjuicio que se les está causando a los alumnos por la posibilidad de perder el curso, que los profesores de la sección universitaria sí cobran, que existen irregularidades con la Seguridad Social y que también existen problemas de homologación por el Ministerio de Educación, debido al retraso para la instalación en un nuevo edificio. Asimismo, al tiempo que ponen a disposición de Ricardo de la Cierva toda la documentación que le sea necesaria, le indican que no han recibido respuesta pese a las muchas veces que se dirigieron al Ministerio.