Un "sindicato del vicio" actuaba en el interior de una cárcel modelo británica

Una de las instituciones modelo del sistema penitenciario británico ha saltado al primer plano de la actualidad al descubrirse la existencia en su interior de un verdadero «sindicato del vicio» dedicado a hacer la vida «más llevadera» a los reclusos.

El «sindicato» operaba en la prisión de realmente abierto de Sudbury, en el condado de Derbyshire al norte de Londres, y su finalidad era proporcionará los presos, previo pago de su importe -un importe verdaderamente escandaloso- toda clase de «diversiones», desde prostitutas a drogas.¿Que un preso echaba de menos el contacto intersexos...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Una de las instituciones modelo del sistema penitenciario británico ha saltado al primer plano de la actualidad al descubrirse la existencia en su interior de un verdadero «sindicato del vicio» dedicado a hacer la vida «más llevadera» a los reclusos.

El «sindicato» operaba en la prisión de realmente abierto de Sudbury, en el condado de Derbyshire al norte de Londres, y su finalidad era proporcionará los presos, previo pago de su importe -un importe verdaderamente escandaloso- toda clase de «diversiones», desde prostitutas a drogas.¿Que un preso echaba de menos el contacto intersexos y quería hacer el amor? Un pago de doscientas libras (unas 30.000 pesetas) al sindicato resolvía los impulsos sexuales del recluso y una hetaira era introducida «de estrangis» por la noche en el recinto de la prisión.

¿Que un marido quería pasar la noche con su mujer tras una ausencia prolongada? Por cien libras ( 15.000 pesetas) podía hacerlo. Un recluso se introducía en la cama del amante marido, que al amparo de la oscuridad, era conducido por los miembros del «sindicato» al exterior del recinto, donde le esperaba su mujer. La hora tope de regreso eran las cuatro de la madrugada.

Todo era comprable. ¿Licor? Veinte libras (3.000 pesetas) la botella de vodka (no se sabe muy bien por qué el vodka prevalecía sobre el güisqui local). ¿Marihuana? Cinco libras (seiscientas pesetas) el cigarrillo. La audacia del «sindicato» llegaba hasta organizar sesiones de cine porno en los locales destinados a escuela y biblioteca.

El «sindicato» estaba dirigido por un estafador profesional, Jack Candish, que se ha pasado dieciocho de sus 47 años de vida en la cárcel por varios delitos, y por un funcionario de la prisión, el ex sargento de detectives Phil Moore, quien tenía comprados a otros oficiales.

El negocio iba viento en popa hasta que se produjo el ingreso en la prisión de Sudbury de Godfrey Pritchard, un agricultor anodino, sentenciado a cuatro años y medio de cárcel por evasión de impuestos, al que inmediatamente le fueron ofrecidos los servicios del «sindicato».

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Pritchard se sintió escandalizado de que el «sindicato» intentase aprovecharse de las debilidades de los presos y decidió tenderles una trampa. De forma secreta se comunicó con su mujer y le pidió que contratara los servicios de una firma legalizada de detectives privados. Para eliminar sospechas hizo que ésta pagara varias veces diversas cantidades a cambio de servicios.

El detective privado montó una verdadera operación de espionaje en colaboración con la señora Pritchard. Así se obtuvieron fotos del pago del dinero a los miembros del «sindicato» y pruebas contundentes de la salida de varios maridos desolados que se reunían con sus mujeres en los hoteles de las cercanías.

El material obtenido fue puesto a disposición de uno de los periódicos populares de más circulación en el Reino Unido, el Daily Mirror quien, por su parte, dedicó varias semanas a investigar los hechos.

El escándalo se produjo cuando el Mirror publicó el resultado de las investigaciones en su primera pagina. Inmediatamente, el ministro del Interior ha pedido a la policía de Derbishire que se haga cargo de las investigaciones Y ha iniciado una encuesta.

El diputado conservador por Derbishire Matthew Parris ha elogiado la labor del Mirror como, «un ejemplo de periodismo investigativo por el bien del público» y ha añadido que piensan plantear la cuestión en el Parlamento.

Los responsables del sindicato han calificado las acusaciones de «pura fantasía», una fantasía que, según el periódico, les ha permitido embolsarse a más de uno la cantidad de 50.000 libras (unos siete millones y medio de pesetas).

Archivado En