A propósito de Perú

Se avecina este año en la República de Perú un cambio político, tras más de once años de Gobierno militar. El proceso democrático iniciado con la aprobación por la Magna Asamblea Nacional de la Nueva Carta Constitucional culminará en unas elecciones.Tras este tiempo, el país ha sufrido un deterioro asombroso en su economía, debido a una mala gestión pública, que le llevó a una crisis económica de consecuencias imprevisibles. Hoy en día, dada la coyuntura económica internacional, el fortalecimiento del Pacto Andino y las expectativas del petróleo, la situación tiende a mejorar.

He leído ...

Se avecina este año en la República de Perú un cambio político, tras más de once años de Gobierno militar. El proceso democrático iniciado con la aprobación por la Magna Asamblea Nacional de la Nueva Carta Constitucional culminará en unas elecciones.Tras este tiempo, el país ha sufrido un deterioro asombroso en su economía, debido a una mala gestión pública, que le llevó a una crisis económica de consecuencias imprevisibles. Hoy en día, dada la coyuntura económica internacional, el fortalecimiento del Pacto Andino y las expectativas del petróleo, la situación tiende a mejorar.

He leído la carta publicada el día 3 del mes en curso de un comité de solidaridad y la consecuente respuesta oficiosa del día 9. Esto me hace pensar que las posturas siguen encontradas y que la reconciliación entre unos y otros no va a ser tarea fácil. Aprovecho desde esta columna para hacer hincapié en que el proceso democrático iniciado en mi país va más allá de mezquinos intereses de castas, clases o grupos.

En Perú, quiérase o no, existió un proceso revolucionario de arriba hacia abajo que transformó las estructuras económicas y contribuyó en lo social. Tratar de volver al Perú de la década de los sesenta o dejar las cosas como están en la actualidad sería burlarse de un pueblo amante de su libertad.