Un niño de diez años, lesionado gravemente por un profesor

Un niño de diez años, estudiante de quinto de EGB en el colegio nacional San Claudio, de León, ha resultado con lesiones, que, según los médicos, podrían tener graves implicaciones para su salud, como consecuencia de los golpes recibidos de uno de los profesores del centro, cuyo nombre no ha sido dado a conocer.Los hechos fueron comunicados a la dirección del colegio, a la asociación de padres de alumnos y a la propia Delegación del Ministerio de Educación y Ciencia, que ha ordenado una investigación sobre los mismos. El niño, identificado como J. N. G., resultó con heridas de diversa consider...

Un niño de diez años, estudiante de quinto de EGB en el colegio nacional San Claudio, de León, ha resultado con lesiones, que, según los médicos, podrían tener graves implicaciones para su salud, como consecuencia de los golpes recibidos de uno de los profesores del centro, cuyo nombre no ha sido dado a conocer.Los hechos fueron comunicados a la dirección del colegio, a la asociación de padres de alumnos y a la propia Delegación del Ministerio de Educación y Ciencia, que ha ordenado una investigación sobre los mismos. El niño, identificado como J. N. G., resultó con heridas de diversa consideración en la cabeza, entre ellas la rotura de un labio, y hematomas. Según el médico que le atendió, José Fernández Arienza, aquél presentaba algunas lesiones de carácter menos grave, entre ellas la del labio, junto con un «hematoma producido por traumatismo en la zona fronto-temporal izquierda», que podría tener «importantes derivaciones hacia enfermedades de carácter prácticamente irreversible» (epilepsia). El doctor Fernández Arienza manifestó a EL PAIS que está dispuesto a prestar toda colaboración a los organismos o entidades que pudieran estar interesados en investigar el alcance de las lesiones.

No es la primera vez que en el mismo colegio se producen malos tratos a los alumnos. Durante el curso 1978-1979, otro de los profesores del centro fue condenado por los tribunales a indemnizar con una cantidad próxima a las 80.000 pesetas a los padres de otro niño, que había resultado con un tímpano roto a consecuencia de un suceso similar. A preguntas de este periódico, la dirección del colegio negó que existiera ninguna relación entre ambos casos, e intentó restar importancia a los hechos, señalando que las últimas lesiones pudieron haberse producido en un momento en el que el profesor, «perdiera los estribos». La dirección manifestó también que las lesiones podían no ser tan graves como se ha asegurado en un principio y aseguró que próximamente se enviará un nuevo médico para corroborar los diagnósticos anteriores, sin cuyo informe no se adoptará ningún tipo de medidas disciplinarias contra el profesorado ni se dará a conocer versión oficial aIguna sobre los hechos.