Cartas al director

Legalizar la droga

Para conservar los resortes del poder autoritario parece inevitable la existencia del ciclo prohibición -estímulo - pecado - arrepentimiento - negocio - represión. Se prohibe algo natural y agradable. Por ejemplo, el erotismo. A través del circuito alguien ha realizado un buen negocio.Ahora todo esto pasó de moda. El sexo ya no es pecado. Y hubo que inventar otro: la droga.

Se prohibe la droga y ya tenemos a millones y millones de jóvenes deseando gozar del placer prohibido. Tras ellos, unos miles de verdugos vocacionales y otros tantos traficantes, ávidos de riqueza, pueden satisface...

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Para conservar los resortes del poder autoritario parece inevitable la existencia del ciclo prohibición -estímulo - pecado - arrepentimiento - negocio - represión. Se prohibe algo natural y agradable. Por ejemplo, el erotismo. A través del circuito alguien ha realizado un buen negocio.Ahora todo esto pasó de moda. El sexo ya no es pecado. Y hubo que inventar otro: la droga.

Se prohibe la droga y ya tenemos a millones y millones de jóvenes deseando gozar del placer prohibido. Tras ellos, unos miles de verdugos vocacionales y otros tantos traficantes, ávidos de riqueza, pueden satisfacer sus bajos instintos. Porque la tortura y la estafa no acaban de ser nunca objeto de prohibición.

Tenemos demasiada experiencia para caer de nuevo en la trampa. Exijamos el fin de la prohibición de la droga y terminarán muchos males: el tráfico ilegal, los precios abusivos, los complejos de culpabilidad, las torturas. Y, sobre todo, el estímulo que entrega a tantos jóvenes en las garras de los traficantes y los torturadores.

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