Los jefes de Estado Mayor de los tres ejércitos reafirman su adhesión al Rey

El ministro de Defensa, Agustín Rodríguez Sahagún, acompañado por el presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor, teniente general Ignacio Alfaro, presidió ayer los actos conmemorativos de la Pascua Militar, que se celebraron en los cuarteles generales de los tres ejércitos. Los jefes de los Estados Mayores del Aire, del Ejército y de la Armada reafirmaron en sus discursos su adhesión al Rey. El señor Rodríguez Sahagún, que intervendrá hoy en la con, memoración solemne de la Pascua Militar, que se desarrollará en el palacio Real con asistencia de don Juan Carlos, el Gobierno y altos mandos...

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El ministro de Defensa, Agustín Rodríguez Sahagún, acompañado por el presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor, teniente general Ignacio Alfaro, presidió ayer los actos conmemorativos de la Pascua Militar, que se celebraron en los cuarteles generales de los tres ejércitos. Los jefes de los Estados Mayores del Aire, del Ejército y de la Armada reafirmaron en sus discursos su adhesión al Rey. El señor Rodríguez Sahagún, que intervendrá hoy en la con, memoración solemne de la Pascua Militar, que se desarrollará en el palacio Real con asistencia de don Juan Carlos, el Gobierno y altos mandos militares, se limitó a agradecer la colaboración a los responsables de los tres ejércitos.

En los actos conmemorativos, que se celebraron entre las doce de la mañana y las dos y media de la tarde, se realizaron alusiones elogiosas al mensaje navideño del rey Juan Carlos. El jefe del Estado Mayor del Ejército, teniente general José Gabeiras, manifestó en su discurso que las palabras del Rey constituyen un hecho esperanzador, por cuanto don Juan Carlos habló «de forma valiente y viril y en un momento muy oportuno para imbuirnos a todos los españoles de un sentimiento patrio, de unidad y de orgullo español».Estas palabras del Rey y la consideración de que las Fuerzas Armadas han manifestado una gran serenidad en todas sus actuaciones, «a pesar de los pesares» , al tiempo que. han realizado un trabajo entusiasta y exhaustivo, sirvieron de base al teniente general Gabeiras para afirmar: «Estos dos hechos, y quizá otros que sin mencionarlos pueden estar en la mente de todos, son los que nos permiten, en una visión de futuro, esperar con una cierta confianza la llegada de tiempos mejores, conservándonos como pilar o columna vertebral de la nación española. »

Después de efectuar un análisis de su actuación personal a lo largo de los ocho meses que lleva al frente de la jefatura del Estado Mayor del Ejército, el teniente general Gabeiras expresó su deseo de que la conmemoración de la Pascua Militar «sirva para conservar y acrecentar, si es preciso, la sagrada unión y compañerismo que debe existir entre todos los componentes de las Fuerzas Armadas, virtudes por otra parte esenciales para conseguir un Ejército coherente y en condiciones de cumplir las misiones que la Constitución señala claramente, en su artículo 8, a las Fuerzas Armadas».

Cuerpo militar femenino

Seguidamente, enumeró las actividades más importantes realizadas por el Ejército durante 1979 y los proyectos iniciados. Entre estos últimos, destacó el estudio que se está acometiendo de la problemática del servicio militar femenino en el ejército y los criterios básicos de creación del Cuerpo Militar Femenino para encuadrar a la mujer en el Ejército, estableciendo diversas especialidades y escalas, de acuerdo con las titulaciones que posean.Finalmente, abordó la asignación de recursos para la defensa y dijo: «El que algo quiere, debe arriesgar. Si España quiere sacar fruto de su excelente situación geoestratégica y hacerse respetar dentro del marco internacional, no tendrá otro remedio que contar con unas Fuerzas Armadas adecuadas.»

La necesidad de ampliar los recursos de las Fuerzas Armadas fue expresada también por los jefes del Estado Mayor del Aire, Emiliano Alfaro, y de la Armada, Luis Arévalo. El teniente general Alfaro, tras indicar que las unidades del Ejército del Aire realizaron 110.000 horas de vuelo en 1979, señaló que la década que comienza habrá de ver realizado el plan aéreo, consecuencia del más minucioso estudio de las amenazas posibles, su desarrollo y sus dimensiones. «En él», agregó, «se han de establecer los criterios básicos, los factores y líneas de acción a seguir para alcanzar el objetivo de fuerza asignado al Ejército de Aire, dentro del plan estratégico conjunto para los años 1980-1989. »

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El jefe del Estado Mayor del Aire precisó al mismo tiempo que ni el más moderno material, ni la estrategia mejor planeada, darían frutos rentables sin una actuación generosa de los hombres y una gestión estricta de los recursos. «A esta doble idea de atención al personal y de gestión de los recursos», añadió, «responden los programas Persea, Peace-Sigma, Combat Grande, Fatam, etcétera.» Tras enumerar sus visitas a distintos centros de este cuerpo, elogió el comportamiento del personal asignado a los mismos: «Faltaría a la sinceridad si en esa contemplación vivida de vuestra entrega al servicio no ensalzara el espíritu y la disciplina que lo presiden.» Sin embargo, comentó seguidamente, «yo quiero conseguir mucho más. Hace falta inculcar sin cansancio, en todos los escalones, la estampa de esa marcialidad, de esa disciplina que sabemos, que vivimos, que practicamos, pero que realmente no sabemos a veces mostrar».

Déficit de la Armada

El almirante Luis Arévalo inició su disertación señalando los dos problemas más importantes con los que, a su juicio, se enfrenta la Armada: el déficit de unidades consideradas indispensables para cumplir los objetivos asignados y el rápido y progresivo encarecimiento del petróleo. Destacó también que, a pesar de la entrada en servicio de nuevas unidades del programa naval, «la fuerza tiene un elevado número de buques que acusan muchos años de vida». El jefe del Estado Mayor de la Armada enumeró también las unidades en construcción, y respecto a ésta reiteró el empeño de conseguir los mayores porcentajes de nacionalización en todas las áreas.Otras necesidades planteadas por el almirante Arévalo fueron la de contar con un campo de maniobras adecuado y ampliar las actuales plantillas de personal. Cerró su intervención exponiendo al ministro la firme decisión de la Armada de defender la integridad territorial de España y el ordenamiento constitucional.

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