Cartas al director

Fundación Jiménez Díaz

Me permito molestar su atención, en primer lugar, para agradecerle la publicación en EL PAIS del jueves 27 de diciembre de mis reflexiones sobre la Fundación Jiménez Díaz.Probablemente, porque el escrito era muy largo, se ha omitido su parte final, que para mí tenía un sentido muy especial y que me gustaría, si fuera posible, se recogiera en Cartas al Director. Esta última parte decía así:

«Que contra los vientos y mareas desatados en la sanidad española y por supuesto en la propia institución, se mantienen fieles a la razón de ser de la Fundación Jiménez Díaz: la que corresponde al esp...

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Me permito molestar su atención, en primer lugar, para agradecerle la publicación en EL PAIS del jueves 27 de diciembre de mis reflexiones sobre la Fundación Jiménez Díaz.Probablemente, porque el escrito era muy largo, se ha omitido su parte final, que para mí tenía un sentido muy especial y que me gustaría, si fuera posible, se recogiera en Cartas al Director. Esta última parte decía así:

«Que contra los vientos y mareas desatados en la sanidad española y por supuesto en la propia institución, se mantienen fieles a la razón de ser de la Fundación Jiménez Díaz: la que corresponde al espíritu inconfundible de don Carlos, que muy deliberadamente no había sido evocado a lo largo de estas cuartillas. Porque es fácil, socorrido tópico, repetir sus palabras o ensayar el remero de sus gestos, pero seguirle en la lucha de cada día contra los intereses creados y la mediocridad reinante, eso es otro cantar.» ,

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