Tres hipótesis sobre los asesinos de un sobrino del sha en París

La Savane, un «frente de liberación musulmán», y un ayatollah pudieran ser los responsables del asesinato, el viernes pasado, en París, del sobrino del ex sha de Irán, Chahryar Mustafa Chafik. Los familiares de este último no dudan que «los asesinos son los mismos que, en Teherán, mantienen secuestrados a cincuenta norteamericanos». El Gobierno francés ayer aún no se había manifestado sobre el asunto.Según los últimos informes recogidos ayer en la capital francesa, desde primeros del pasado noviembre se encontraban en París tres generales de la Savane, el organismo coránico-revolucionar...

La Savane, un «frente de liberación musulmán», y un ayatollah pudieran ser los responsables del asesinato, el viernes pasado, en París, del sobrino del ex sha de Irán, Chahryar Mustafa Chafik. Los familiares de este último no dudan que «los asesinos son los mismos que, en Teherán, mantienen secuestrados a cincuenta norteamericanos». El Gobierno francés ayer aún no se había manifestado sobre el asunto.Según los últimos informes recogidos ayer en la capital francesa, desde primeros del pasado noviembre se encontraban en París tres generales de la Savane, el organismo coránico-revolucionario paralelo a la Savak, es decir, a la policía política del régimen del ex sha de Irán. Durante el mes que permanecieron en París, varios miembros importantes de la oposición al jomeinismo aseguran que fueron seguidos.

Estos mismos medios no dudan en afirmar que son ellos los instigadores del asesinato del hijo de la hermana gemela del ex sha, la princesa Achraf.

Esta es la última hipótesis. Pero anteanoche ya fue reivindicado, en primer lugar, por el ayatollah Jaljali, el ex responsable de los tribunales revolucionarios. Según este portavoz del jomeinismo, Mustafa Chafik no es más que la primera víctima de su lista: «El sha y toda su familia más cercana caerán uno tras otro.» Por su lado, un «frente de liberación musulmán» también se apropió el hecho.

El Departamento de Estado norteamericano, el secretario general de las Naciones Unidas, Kurt Waldheim, de igual manera que la madre del muerto, han deplorado este «acto despreciable, violento, cobarde».

Lo que queda fuera de duda para los responsables policiales es el carácter político del crimen. En tal sentido abundan los datos referentes a la actividad de la víctima desde que se instaló en París hace menos de un mes. Parece ser que el sobrino del sha había decidido entregarse totalmente a la lucha clandestina contra el régimen coránico-revolucionario de Irán. Para ello, desde París había entrado en contacto con personalidades diferentes hostiles al jomeinismo y, por otra parte, poseía varias documentaciones falsas para viajar con menos riesgo.