Alianza Popular no se opone a una comisión investigadora de torturas

Manuel Fraga afirmó ayer que Alianza Popular no se opondrá a la creación de una comisión investigadora de torturas en el Parlamento, «si la formación de la misma sirve», dijo, «para dar satisfacción a unos sectores políticos que la piden». Fraga hizo esta declaración en una conferencia de prensa ofrecida con motivo de su presencia en Bilbao para clausurar el segundo congreso provincial de AP.Señaló, sin embargo, el líder de Alianza Popular que consideraba el tema de las torturas como «una campaña perfectamente orquestada y una inmensa maniobra política. No se han agotado todavía», declaró, «la...

Manuel Fraga afirmó ayer que Alianza Popular no se opondrá a la creación de una comisión investigadora de torturas en el Parlamento, «si la formación de la misma sirve», dijo, «para dar satisfacción a unos sectores políticos que la piden». Fraga hizo esta declaración en una conferencia de prensa ofrecida con motivo de su presencia en Bilbao para clausurar el segundo congreso provincial de AP.Señaló, sin embargo, el líder de Alianza Popular que consideraba el tema de las torturas como «una campaña perfectamente orquestada y una inmensa maniobra política. No se han agotado todavía», declaró, «las vías legales para el esclarecimiento de esas presuntas torturas de que se habla. La comisión, si se crea, no va a solucionar nada y los resultados serán nulos. Yo creo que ese no es el medio eficaz para aclarar las cosas. Además, este tipo de comisiones nunca han servido para nada ni han funcionado».

En torno al secuestro de Javier Rupérez, Fraga afirmó que esperaba que fueran falsas las informaciones en torno a posibles negociaciones entre intermediarios del Gobierno y de ETA (p-m) para lograr la liberación del diputado de UCD. «Sé», dijo, «que está en juego la vida de un hombre, y por cierto amigo mío, pero con el terrorismo no se puede ni debe negociar. Cuando se utilizan estos medios se pierde la razón. Estoy, pues, en contra de la negociación, porque pienso que por ese camino acaban por disolverse los restos que quedan de un Estado de derecho. El Gobierno debe cumplir con su deber y no ceder.»

Fraga negó la razón a los que afirman que aún hoy el problema de Euskadi debe resolverse con soluciones políticas y no policiales. «¿No es acaso», afirmó, «el Estatuto vasco una medida política suficiente?»