Dirigentes comunistas asturianos piden la intervención del Comité Central del PCE

La nueva crisis del Partido Comunista de Asturias (PCA) ha tomado tales dimensiones que un numeroso grupo de alcaldes, concejales, diputados provinciales, profesionales y miembros del movimiento obrero comunista han dirigido un escrito al Comité Central del PCE, del que solicitan una intervención inmediata que podría concretarse, como primera medida, en la sustitución de Gerardo Iglesias en la secretaría general del partido, con un ascenso a un cargo nacional, según manifestaron a EL PAIS algunos de los firmantes.

Como posible sustituto de Gerardo Iglesias incluso se ha barajado el nomb...

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La nueva crisis del Partido Comunista de Asturias (PCA) ha tomado tales dimensiones que un numeroso grupo de alcaldes, concejales, diputados provinciales, profesionales y miembros del movimiento obrero comunista han dirigido un escrito al Comité Central del PCE, del que solicitan una intervención inmediata que podría concretarse, como primera medida, en la sustitución de Gerardo Iglesias en la secretaría general del partido, con un ascenso a un cargo nacional, según manifestaron a EL PAIS algunos de los firmantes.

Como posible sustituto de Gerardo Iglesias incluso se ha barajado el nombre de Vicente Alvarez Areces, expulsado del partido hace año y medio, a raíz de la tercera conferencia regional de Perlora, que fue abandonada por 110 delegados, en desacuerdo con su desarrollo. En aquella ocasión el, entonces secretario general, Horacio Fernández Inguanzo, personalidad mítica de la lucha contra el franquismo y hombre de total confianza de Santiago Carrillo, apostó por Gerardo Iglesias, que provenía del movimiento obrero, frente a la opción de Vicente Alvarez Areces, profesor de universidad y miembro, entonces, de los comités central y ejecutivo del PCE.El escrito al Comité Central, promovido por el profesor de Historia David Luis, y firmado, entre otros, por el vicedecano de Filosofía de la Universidad de Oviedo, Gustavo Bueno, en calidad de independiente, critica la parcialidad de la delegación de la comisión central de garantías y control del PCE en la investigación de las actividades de los disidentes avilesinos; denuncia la disminución del número de militantes y cuadros del partido por las vías de la dimisión, la expulsión o el apartamiento paulatino, y considera la crisis surgida en Avilés. «como la erupción epidérmica de un profundo y larvado malestar interior». Algunos de los firmantes aseguran que el PCA padece las consecuencias de la crisis del PCE.

Por otra parte, los disidentes avilesinos expulsados hicieron público un escrito en el que replican a la intervención de Santiago Carrillo en La clave, cuando afirmó que los comunistas asturianos no habían sido expulsados, sino que se habían apartado voluntariamente del partido. El secretario general del PCE respondía así a una acusación del filósofo francés Bernard Henry Lévy, quien había citado a EL PAIS como fuente de su información. Ante la sorprendente afirmación de Carrillo, los disidentes han exigido una copia del acta oficial de su expulsión, bajo la amenaza de realizar nuevas denuncias contra la dirección regional a través de la prensa. «La nefasta actuación del comité regional», terminan diciendo, «está llevando a la muerte segura al Partido Comunista de Asturias.»

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