Los cupones para racionar la gasolina no están preparados

Las cartillas de racionamiento de gasolina no están impresas ni preparadas en estos momentos y no parece probable que estén dispuesta antes de ocho o nueve meses.Técnicos de CAMPSA, Hacienda, Industria, Tráfico e IBM, se han reunido en varias ocasiones para estudiar el mecanismo adecuado para poner en marcha un racionamiento de combustible que pudiera venir impuesto por las dificultades de abastecimiento de petróleo.

Por ahora, los criterios comunes de los técnicos, según han informado fuentes de los distintos organismos implicados en el tema, son los siguientes: la cartilla debe...

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Las cartillas de racionamiento de gasolina no están impresas ni preparadas en estos momentos y no parece probable que estén dispuesta antes de ocho o nueve meses.Técnicos de CAMPSA, Hacienda, Industria, Tráfico e IBM, se han reunido en varias ocasiones para estudiar el mecanismo adecuado para poner en marcha un racionamiento de combustible que pudiera venir impuesto por las dificultades de abastecimiento de petróleo.

Por ahora, los criterios comunes de los técnicos, según han informado fuentes de los distintos organismos implicados en el tema, son los siguientes: la cartilla debe de ser anónima; es decir, no llevar impresos ni el nombre del titular del coche ni su matrícula. El cupo a repartir por mes sería de cien litros para cualquier tipo de vehículo. El problema fundamental de este mecanismo es el reparto de las cartillas. Se trata de garantizar que los propietarios de cada coche reciban desde las oficinas de Tráfico sus cartillas correspondientes. A la vista de los archivos y equipos informáticos de Tráfico, este tema parece resuelto en todos los pequeños núcleos de población y los mayores problemas aparecen en las grandes ciudades. La solución de estos problemas requerirá un reforzamiento del aparato administrativo de Tráfico, cuyo coste está pendiente de evaluación.

Todos los técnicos se muestran conscientes de que el mercado negro de cartillas será inmediato, aunque consideran esto como un mal menor inevitable a todo sistema de racionamiento. Lo que se trata de evitar es una cartilla rígida que cree un mercado negro de gasolina, y no de bonos, ya que el combustible almacenado puede ser peligroso.

Las discusiones técnicas han llegado a la mesa de los responsables de la política económica, pero aún no hay decisiones definitivas.

Algunos miembros del equipo económico consideran que la puesta en marcha del racionamiento por cartillas es inviable y que su mayor operatividad es el impacto psicológico en los consumidores cada vez que aparece la noticia de su inminente puesta en marcha.

Hasta ahora ningún país ha aplicado esta medida, aunque está preparada en Estados Unidos, Suiza y otras naciones. En momentos de agobio se ha practicado como medida reguladora del consumo en varios países la prohibición de circular los fines de semana o el mecanismo de días pares e impares, con prohibición de circular los vehículos con matrícula par e impar.

Los técnicos de la Administración sí están aplicando ya el racionamiento en las entregas de gasóleo para calefacciones. Este año sólo se entrega a los consumidores el 80% de lo facilitado el año anterior. Otros mecanismos de racionamiento en los demás derivados del petróleo parecen inviables y no se han considerado por ahora.

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