Persiste el desacuerdo entre patronal y obreros en la construcción de Valladolid

Tras 35 días de huelga, todo continúa igual en el conflicto de la construcción de Valladolid. Pese a los esfuerzos del delegado de Trabajo y del gobernador civil, no se ha conseguido que ambas partes lleguen a un acuerdo que posibilite el fin del paro y un acercamiento de posiciones.

En la noche del pasado lunes tuvo lugar una nueva reunión en la que los empresarios, hasta ahora intransigentes ante las peticiones de la parte social, presentaron una nueva oferta que, en principio, fue aceptada por los representantes de los trabajadores. La propuesta englobaba un salario anual de 435....

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Tras 35 días de huelga, todo continúa igual en el conflicto de la construcción de Valladolid. Pese a los esfuerzos del delegado de Trabajo y del gobernador civil, no se ha conseguido que ambas partes lleguen a un acuerdo que posibilite el fin del paro y un acercamiento de posiciones.

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En la noche del pasado lunes tuvo lugar una nueva reunión en la que los empresarios, hasta ahora intransigentes ante las peticiones de la parte social, presentaron una nueva oferta que, en principio, fue aceptada por los representantes de los trabajadores. La propuesta englobaba un salario anual de 435.000 pesetas, cuatro semanas de vacaciones, con exigencia simultánea de salario-hora, un millón en caso de muerte o invalidez permanente y jornada laboral según determine el Estatuto de los Trabajadores.La asamblea de trabajadores rechazó esta oferta y acordó mantener la reivindicación de 465.000 pesetas anuales. Esta determinación de la parte social significa de hecho un recrudecimiento del conflicto y támbién la división de la comisión negociadora de la parte social, que hasta ahora había permanecido unida.

El conflicto, por tanto, ha tomado un nuevo rumbo. Mientras el gobernador civil califica de «falta de seriedad» a todo lo que ha ocurrido, el delegado de Trabajo ha señalado que «esta huelga está podrida». La patronal, por su parte, habla de que «hemos llegado hasta el final; nuestra última oferta mejoraba sensiblemente las anteriores y, sin embargo, no ha sido aceptada».

El conflicto, tras más de un mes de duración, ha entrado ya en un callejón cuya única salida viable parece ser el laudo.

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