RELIGION

Comienza en Roma la reunión extraordinaria de cardenales

Por primera vez en cinco siglos, los cardenales de la Iglesia católica fueron convocados ayer en Roma por el Papa para una asamblea no relacionada con la elección de nuevo Papa o con los consistorios para el nombramiento de nuevos cardenales.

A esta convocatoria tan poco habitual, que no es un consistorio ni un sínodo, el Vaticano le ha dado oficialmente el nombre de «reunión plenaria» de los cardenales con el Papa.La asamblea se abrió con una misa concelebrada en la basílica de San Pedro por Juan Pablo II y 108 cardenales. El patriarca de Venecia, cardenal Cé, tuvo un desmayo y se ...

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Por primera vez en cinco siglos, los cardenales de la Iglesia católica fueron convocados ayer en Roma por el Papa para una asamblea no relacionada con la elección de nuevo Papa o con los consistorios para el nombramiento de nuevos cardenales.

A esta convocatoria tan poco habitual, que no es un consistorio ni un sínodo, el Vaticano le ha dado oficialmente el nombre de «reunión plenaria» de los cardenales con el Papa.La asamblea se abrió con una misa concelebrada en la basílica de San Pedro por Juan Pablo II y 108 cardenales. El patriarca de Venecia, cardenal Cé, tuvo un desmayo y se vio obligado a abandonar la ceremonia.

Por la tarde, en la sala del Sínodo, tuvo lugar la primera reunión no litúrgica del Papa con los cardenales. Juan Pablo II pronunció un discurso, cuyo contenido se ha mantenido en el más riguroso secreto. Se trata de una de las pocas veces que un discurso del Papa en una ocasión tan solemne se ha mantenido en secreto.

Sobre este hecho se han formulado varias hipótesis. La primera es que el Papa haya querido presentar solo ante los cardenales el espinoso problema de las finanzas vaticanas en su cruda realidad y las ideas que él tenga al respecto. Pablo VI quiso ya presentar a la opinión pública el estado de las finanzas de la Santa Sede y no le fue posible por la oposición que encontró en algunos de los miembros de la curia romana.

Otra de las hipótesis es la de que el Papa haya querido hablar a los cardenales del espinoso problema del obispo rebelde Lefèbvre y de los millares de sacerdotes que han pedido ya al Vaticano la dispensa sacerdotal y del que Juan Pablo II no había querido hablar hasta ahora.

Finalmente, se dice también que el Papa ha querido pedir un parecer a los cardenales sobre su activismo pastoral y la acogida que está recibiendo de las grandes masas de todo el mundo durante sus viajes. ¿Debe seguir viajando? ¿Deberá intentar ir a la Unión Soviética, China y Oriente Próximo? Y relacionado con este tema está el de las relaciones de la Santa Sede con los países socialistas. La ostpolitik nunca fue demasiado bien vista por los obispos polacos ni por el propio Wojtyla cuando era arzobispo de Cracovia. Pero ahora como Papa tiene que escuchar también el parecer de los demás cardenales.

La oficina de prensa vaticana se ha limitado a confirmar las indiscreciones publicadas días atrás por la prensa sobre el temario de la reunión. Serán tres los temas a discutir: actividad de la curia, balance económico de la Santa Sede y problemas de la Iglesia y la cultura modernas.

Los trabajos probablemente concluyan el viernes.

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