Nueva expulsión en el Partido Comunista de Asturias
El comité regional del Partido Comunista de Asturias (PCA) decidió por unanimidad la expulsión del partido de Juan Luis Alvarez Sostres, miembro de dicho comité, del secretario regional y ex secretario político de Avilés.
En un comunicado hecho público en la tarde de ayer, el comité regional califica de intolerable la calumnia y la injuria personal utilizadas como argumentos políticos por el grupo disidente avilesino. «Consideramos estos métodos», agrega el escrito, «indignos, y la conducta de Juan Luis Alvarez Sostres, incalificable, porque si esta actitud no cabe en las relaciones...
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El comité regional del Partido Comunista de Asturias (PCA) decidió por unanimidad la expulsión del partido de Juan Luis Alvarez Sostres, miembro de dicho comité, del secretario regional y ex secretario político de Avilés.
En un comunicado hecho público en la tarde de ayer, el comité regional califica de intolerable la calumnia y la injuria personal utilizadas como argumentos políticos por el grupo disidente avilesino. «Consideramos estos métodos», agrega el escrito, «indignos, y la conducta de Juan Luis Alvarez Sostres, incalificable, porque si esta actitud no cabe en las relaciones humanas, mucho menos cabe en el seno del PCA.»
Los ocho disidentes de Avilés habían denunciado públicamente la supuesta conducta escandalosa de algunos dirigentes regionales, entre ellos la del secretario general del PCA, Gerardo Iglesias, y la escasa incidencia del partido en los distintos frentes de lucha.
La decisión de expulsar a Juan Luis Alvarez Sostres, quien había presentado con anterioridad la dimisión de todos sus cargos directivos en el partido, ha sido precedida de varios intentos infructuosos del comité regional dirigidos a resolver las diferencias políticas surgidas en el seno de la organización. Para este comité, la actitud de Alvarez Sostres, a quien consideran el portavoz del grupo disidente, se ve agravada por haber rechazado todas las posibilidades de debate en los órganos del PCA. La dirección del partido invoca finalmente el informe emitido por la comisión central de garantías y control del PCE, cuya delegación, después de investigar durante varios días la situación conflictiva creada en Asturias, llegó a la conclusión de que el grupo de Avilés «no ha presentado prueba alguna que avale las acusaciones hechas». Dicho informe agrega que los ocho militantes comunistas atentaron contra las leyes del partido.