La policía impide en Villaverde el linchamiento popular de un joven

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Unas mil personas intentaron, la noche del pasado martes, linchar a un joven de quince años por su presunta participación en algunos actos delictivos de los que últimamente han sido víctimas varios vecinos del barrio de Villaverde Alto. La reacción popular, que ya había estallado a finales de septiembre, cuando se cortó el tráfico de la carretera de Andalucía para protestar por la presencia de bandas juveniles en la zona, se fue incrementando durante los últimos días, cuando, de forma espontánea, los vecinos formaron patrullas que, con barras de hierro, garrotes y estacas, iniciaron una vigilancia diaria desde las ocho de la tarde en adelante.Aunque no se han podido aclarar las causas por las que se determinó que A.J.G., de quince años, pertenecía a una de las bandas que últimamente actúan en el barrio, el joven fue detenido, sobre las ocho de la tarde del martes, por los vecinos, y metido en los locales de la Sociedad de Vecinos y propietarios del barrio. Ante la noticia de que uno de los presuntos autores de los últimos robos estaba en los locales de la sociedad (calle Manganeso, 5) numerosas personas, muchos de ellos componentes de las patrullas vecinales que actúan desde el sábado, se congregaron delante de la puerta y pidieron a gritos justicia popular, al tiempo que intentaban sacar al joven para lincharlo. El deseo del vecindario fue, sin embargo, interrumpido, ya que se presentaron en el lugar varias dotaciones de policía que impidieron el paso a los patrulleros hasta las doce de la noche; a esa hora, varios funcionarios policiales lograron sacar al joven y trasladarlo al hospital Primero de Octubre, donde se le examinaron las lesiones que tenía, y que fueron calificadas de leves. «La policía se vio negra para sacar al niño, porque si lo llegan a coger los vecinos lo matan. No sé cuántos podían ir armados, pero se veían bastantes con garrotas y palos, y la gente «estaba muy nerviosa por los últimos sucesos», manifestó una de las vecinas que asistieron a la pugna entre manifestantes y policías.Según informó otra vecina, la madre del joven detenido, que habita en el barrio de Los Rosales, fue llamada y se presentó en el local. Entre tanto los vecinos gritaban, corno ya hicieron el domingo cuando cortaron el tráfico, fuera, gamberros y no que remos delincuentes.

Entre los sucesos que han conmovido al barrio y que han motivado la creación de patrullas están un asalto a dos niñas de ocho años, protagonizado por dos jóvenes armados con navajas automáticas, «para quitarles los pendientes, ya que si no», según dijeron, «les iban a rajar la barriga» y la supuesta muerte de una joven, sobre la que se desconoce en medios policiales toda noticia, desangrada por las heridas que le causó un joven en los pechos. Según informó la Jefatura Superior de Policía, no existe en ningún organismo oficial denuncia de que una joven pudiera haber sido víctima de un asalto similar; asimismo, la policía informó que este rumor ya fue difundido hace meses sin que entonces tampoco fuera denunciado.

La información de la Jefatura aclara que en el intento de linchamiento no se detuvo a ningún vecino, y que el pretendido incremento de delincuencia en la zona no. existe, ya que, en la Comisaría de Usera, frente a las ochenta diligencias diarias que se tramitaban antes del verano, ahora sólo se contabilizan unas cuarenta. A pesar de estas informaciones, los vecinos del barrio parecen decididos a seguir su propia vigilancia y algunos protestan por la actuación de la policía, que impidió «ajustarle las cuentas a ese gamberro», según manifestó un vecino.

Aunque una gran mayoría de los habitantes de la zona no comparte esta actitud agresiva, lo cierto es que muchos de ellos manifiestan tener pánico a salir cuando anochece.

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