Tres mil argelinos, detenidos por "parásitos"

A pesar de las reticencias que suscita en algunos sectores de la población argelina, que incluso la han calificado de «represiva», la campaña «contra el parasitismo y los demás males sociales» prosigue su curso en Argelia. Con esta iniciativa, las autoridades pretenden crear un nuevo marco para las festividades del 25 aniversario de la revolución, que tendrá lugar en noviembre.Aunque no hay cifras oficiales, por lo menos 3.000 personas indocumentadas o sorprendidas en «flagrante acto de parasitismo» habrían sido arrestadas en Argel y trasladadas a campos de trabajo, luego de haber sido juz...

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A pesar de las reticencias que suscita en algunos sectores de la población argelina, que incluso la han calificado de «represiva», la campaña «contra el parasitismo y los demás males sociales» prosigue su curso en Argelia. Con esta iniciativa, las autoridades pretenden crear un nuevo marco para las festividades del 25 aniversario de la revolución, que tendrá lugar en noviembre.Aunque no hay cifras oficiales, por lo menos 3.000 personas indocumentadas o sorprendidas en «flagrante acto de parasitismo» habrían sido arrestadas en Argel y trasladadas a campos de trabajo, luego de haber sido juzgadas por el procedimiento de urgencia.

Estos campos (se conocen al menos la existencia de tres de ellos) conciernen a actividades agrícolas y, contrariamente a lo que se creyó en un principio, los «parásitos sociales» no trabajarán al lado de los soldados del contingente que se ocupan, desde hace varios aflos, de culminar la «barrera verde», un inmenso cinturón vegetal de diez a quince kilómetros de espesor y más de 2.500 de largo, destinado a contener el avance del desierto.

Las autoridades han señalado que la campaña no concierne a los extranjeros, salvo casos de notorio delito. Cierto es que se han dado algunos casos de personas extranjeras que fueron privadas de sus documentos, temporalmente, por haber atravesado la calle fuera de los pasos para peatones, cuando la única medida habitual es una multa, pero los responsables de la policía atribuyen esos casos a un «exceso de celo» del servicio del orden, que ha estado trabajando de forma intensa en los últimos días.

En general, la reacción de los argelinos ha sido favorable a la campaña, a pesar de algunos conatos de violencia. Los responsables de la campaña recuerdan que ésta trata no sólo de eliminar la suciedad acumulada en las calles, sino también de hacer «que sea respetado el uniforme de los defensores del orden».

La fase más delicada de esta iniciativa, tomada, según se sabe, al más alto nivel del régimen argelino, la constituye la voluntad oficial de castigar todos los comportamientos antisociales, vengan de donde vengan.

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