Las reservas petrolíferas, muy por debajo de los mínimos exigidos por la AIE

El abastecimiento de crudos y productos derivados del petróleo continuó representando un grave problema para España durante el mes de julio y, como consecuencia, las reservas estratégicas de productos energéticos descendieron notablemente, no llegando a cubrir en estos momentos más que 53 días de consumo, período que es ligeramente superior a la mitad de los cien días que la Agencia Internacional de Energía (AIE) considera como mínimos estratégicos aceptables.

A finales del mes de julio, las existencias totales de crudos y productos refinados eran de 6,8 millones de toneladas, cantidad ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El abastecimiento de crudos y productos derivados del petróleo continuó representando un grave problema para España durante el mes de julio y, como consecuencia, las reservas estratégicas de productos energéticos descendieron notablemente, no llegando a cubrir en estos momentos más que 53 días de consumo, período que es ligeramente superior a la mitad de los cien días que la Agencia Internacional de Energía (AIE) considera como mínimos estratégicos aceptables.

A finales del mes de julio, las existencias totales de crudos y productos refinados eran de 6,8 millones de toneladas, cantidad inferior a los 7,1 millones de toneladas almacenadas en el mismo mes de 1978, según un cálculo establecido por el Centro de Estudios de la Energía. Estas reservas suponían un consumo normal de 53 días, en términos globales, aunque los stock de gasolina eran superiores (para 88 días), las de gas-oil llegaban para 82 días y las del fuel-oil, para 77 días.Entre las razones aducidas por el centro para este descenso en las llamadas reservas estratégicas se encuentra la irregular situación que atraviesa el mercado petrolífero. Esta irregularidad fue particularmente notable durante los seis primeros meses del año, que coincidieron con la reducción de las exportaciones de crudo iraní, como consecuencia de los acontecimientos políticos en aquel país.

Es significativo que, en el primer semestre del año, la mayor parte de los países consumidores de petróleo incrementaron sus niveles de compras ante la perspectiva de un invierno crudo, especialmente en Estados Unidos. Esta acaparación de crudo agravó el déficit de oferta existente y provocó, inevitablemente, una explosión al alza en los precios. En España, sin embargo, no pareció adoptarse ninguna medida especial para cubrir este déficit en los suministros.

Según informaba ayer el Centro de Estudios de la Energía, los precios del mercado libre on the spot han vuelto a experimentar una nueva espiral a finales de julio y primeros de agosto, después que, a principios de julio, registraran una sensible baja. Este, descenso estuvo parcialmente provocado por la subida de los precios de crudo decidida por la OPEP el pasado 28 de junio, que estabilizó relativamente la estructura de precios libres, que existía de hecho con anterioridad.

Dentro de este contexto, ha recibido especial atención la reciente firma de un contrato en Londres por un monto de 100.000 toneladas de petróleo del tipo arabian light, que se pagó a 34 dólares el barril. Este precio, para este tipo de crudo, representa casi el doble de su coste real, es decir, de los dieciocho dólares por barril, decidido por la OPEP en junio.

Según interpretan algunos expertos españoles, si volviera la inestabilidad al mercado libre es posible que los países de la OPEP decidan convocar una sesión ministerial extraordinaria para septiembre, con objeto de revisar la estructura de precios acordada en junio.

Sin embargo, otros expertos estiman que, a menos que el dólar experimente fuertes oscilaciones hacia la baja en los próximos días, es poco probable que se convoque esta reunión. De hecho, el ministro de Petróleo de Arabia Saudí, jeque Yamani, al anunciar en junio la convocatoria de la próxima reunión de la OPEP para diciembre, en Caracas, descartó que una eventual reunión en septiembre tuviera como meta una nueva reestructuración de los precios.

A este respecto conviene añadir que el mercado libre apenas representa un 10% del mercado mundial del petróleo, aunque, como consecuencia de la crisis iraní, pasó a tener una importancia muy superior. Para algunos países, como la RFA y Japón, el mercado on the spot adquirió en algunos momentos una importancia inusitada, llegando a cubrir hasta un 40% de sus necesidades energéticas.

A primeros de agosto, los precios en este mercado del crudo arabian light (ligero) oscilaban alrededor de los 31 dólares/barril y a finales de mes rebasaron nuevamente los 34 dólares/barril, mientras el arabian heavy (pesado) pasaba de 26,5 dólares/barril (precio oficial, 17,7) a 30,75 dólares/barril. Por su parte, el tipo iranian light pasó de 31 a 34,5 dólares (precio oficial, 22).

Aumenta la demanda

En cuanto a las razones de la baja de las reservas estratégicas de crudos en julio, el Centro de Estudios de la Energía aporta otra razón de peso para explicarla. Según este organismo, en el mes de junio y primeros de agosto, el fuerte descenso de la producción eléctrica a partir de centrales hidráulicas (la incidencia de la sequía) motivó un mayor gasto de fuel-oil en las centrales eléctricas.De hecho, el consumo de fuel-oil en la primera quincena de agosto experimentó un incremento del 11,7% sobre el mismo período del año anterior. Según el Centro de Estudios de la Energía, un organismo dependiente del Ministerio de Energía, el fuerte incremento del consumo de fuel-oil, a los precios que alcanza el crudo en estos momentos, pone de relieve la necesidad de construir cuanto antes las nuevas centrales nucleares recientemente aprobadas por el Gobierno.

Archivado En