Philips adquiere el 25% de la Grundig
La compañía holandesa de electrónica Philips ha adquirido un 25% de las acciones de la germana Grundig y ha establecido un acuerdo a largo plazo de cooperación tecnológica, según informaciones hechas públicas ayer en la República Federal de Alemania.La empresa Grundig, de la que era propietario único, prácticamente, su fundador Max Grundig, de 71 años, atravesaba, al parecer, dificultades financieras ante la gigantesca competencia que afrontaba por parte de los grandes consorcios europeos y norteamericanos de la electrónica.
Según informaba ayer el semanario Die Zeit, la decisión...
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La compañía holandesa de electrónica Philips ha adquirido un 25% de las acciones de la germana Grundig y ha establecido un acuerdo a largo plazo de cooperación tecnológica, según informaciones hechas públicas ayer en la República Federal de Alemania.La empresa Grundig, de la que era propietario único, prácticamente, su fundador Max Grundig, de 71 años, atravesaba, al parecer, dificultades financieras ante la gigantesca competencia que afrontaba por parte de los grandes consorcios europeos y norteamericanos de la electrónica.
Según informaba ayer el semanario Die Zeit, la decisión de Grundig de vender un cuarto de su patrimonio a la empresa holandesa responde, en principio, a la decisión de los fabricantes japoneses de competir en Europa en gran escala en el mercado de la televisión en color, tras haber obtenido la licencia alemana del sistema PAL.
La práctica fusión de Philips y Grundig refuerza al imperio holandés al frente de las empresas europeas del ramo, puesto que ya ocupaba con un capital de cerca de 14.000 millones de dólares, cerca de 400.000 empleados y unas ventas anuales el pasado año de 12.702 millones de dólares.
Mientras que Philips era la cuarta empresa mundial en niveles de ventas (sin considerar las norteamericanas), la alemana Grundig ocupaba el puesto 252, con unas ventas de poco más de mil millones de dólares.
Sobre la compra por Philips de una cuarta parte de Grundig tendrá que fallar todavía el Tribunal de Competencia de Berlín, que deberá decidir si esta cooperación es legal de acuerdo a las leyes anti trust de la República Federal de Alemania.