La policía, invesfiga sobre dos incendios provocados en La Paz

La policía investiga las causas de los dos incendios originados en La Paz el pasado domingo y trata de determinar la identidad de los autores, en el caso de confirmarse las sospechas de que fueran provocados, según señaló ayer a EL PAIS el gabinete de prensa de la Jefatura madrileña. Con estos nuevos incendios ha aumentado la psicosis colectiva de temor y se ha reavivado el recuerdo sobre el sufrido por el hotel Corona de Aragón, de Zaragoza.

En relación con este suceso, el gabinete de prensa de la Dirección de la Seguridad del Estado señaló a este periódico que «no obra en su poder nin...

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La policía investiga las causas de los dos incendios originados en La Paz el pasado domingo y trata de determinar la identidad de los autores, en el caso de confirmarse las sospechas de que fueran provocados, según señaló ayer a EL PAIS el gabinete de prensa de la Jefatura madrileña. Con estos nuevos incendios ha aumentado la psicosis colectiva de temor y se ha reavivado el recuerdo sobre el sufrido por el hotel Corona de Aragón, de Zaragoza.

En relación con este suceso, el gabinete de prensa de la Dirección de la Seguridad del Estado señaló a este periódico que «no obra en su poder ninguna nueva información» que pueda variar la versión, hasta ahora oficial, facilitada: por el gobernador civil de Zaragoza, en el sentido de que fue accidental. Los diarios El Imparcial y El Alcázar, presuponían ayer que el incendio del hotel zaragozano fue provocado. El primero de los diarios se basa en que hubo explosiones en el hotel, según unas declaraciones de la viuda de Franco «a sus amistades». El segundo dice que en los «tres» incendios de La Paz «se utilizó la misma técnica que en el Corona de Aragón», pero, hasta el momento, según fuentes de La Paz, policía y bomberos, se desconoce la técnica empleado en los incendios de la ciudad sanitaria.El pasado domingo, a las cinco de la tarde, cuando en La Paz todavía se acusaba el anormal efecto de la oleada de heridos que hubo de recibir como consecuencia de los atentados terroristas de Atocha, Chamartín y Barajas, dos incendios -no tres- fueron detectados al mismo tiempo.

El director de La Paz, doctor Alfonso Cabezas, informa así sobre lo ocurrido: «Un incendio se produjo en la policlínica infantil. El fuego fue reducido por los bomberos. Cuando se estaba sofocando, nos avisaron que, en maternidad, acababa de extinguir otro el personal sanitario. En un principio pensamos que podía tratarse de algo accidental. Al tener noticia del segundo, ya empezamos a pensar que era muy raro.»

«Mi opinión personal», añade, «es que fueron provocados por alguien que conocía muy bien el terreno, pero me resisto a pensar que fuera consciente de la catástrofe que pudo haber originado.»

Dos puntos vitales

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Hubo un tercer punto, también en la zona de maternidad, exactamente un salón de actos, donde alguien forzó la puerta y la dejó abierta. Allí se encontró el pico inferior de una cortina con huellas de quemaduras, pero no se ha podido precisar cuándo se quemó.

El primer incendio tuvo lugar en una habitación de unos dos metros cuadrados, donde se archivan documentos e historiales clínicos. Esta pequeña habitación, en la planta baja de La Paz sobre el nivel del suelo, queda inmediatamente debajo de la sala de reanimación infantil. El techo que las separa es de escayola, y las llamas y el humo, por tanto, hubieran podido ascender fácilmente a la sala infantil. También en el techo, a unos tres metros de la habitación incendiada, existe una boca de la conducción del aire acondicionado.

Este pequeño cuarto-archivo se empotra en una pieza que sirve de sala de espera en el área de consultas médicas infantiles. Es una zona que en los finales de semana, desde el viernes, no es visitable. La puerta del pequeño cuarto-archivo estaba cerrada con llave, la cual guarda sistemáticamente un conserje.

El incendio fue advertido porque el humo inundó pronto todas las dependencias y pasillos de esa zona prácticamente desierta.

El día anterior (véase EL PAIS del 31 de julio), en la clínica matemo-infantil de la Ciudad Sanitaria Reina Sofía, de Córdoba, se produjo otro incendio, cuyas causas tampoco se han determinado, aunque parece que las llamas surgieron de la planta sótano, posiblemente de la instalación eléctrica de un almacén donde se guardan las historias clínicas. «Ya entran sospechas de si también ése fue provocado», comenta el doctor Cabezas.

Respecto al segundo incendio en La Paz, se originó en una habitación de la zona de maternidad -en la planta primera respecto al nivel del suelo-, donde se encuentra el aparato central del sistema del aire acondicionado. Esta habitación, vacía, a excepción de dicha máquina, es de unos quince metros cuadrados. Dentro, y junto a la puerta, había un montón de papeles, que ardieron. También ardió la parte superior de una de las dos hojas de la puerta, lo cual hace suponer que en este caso hubo dos puntos de combustión.

Los dos focos de los respectivos incendios son, indudablemente, como corroboran los directivos de la Ciudad Sanitaria, «dos puntos vitales, especialmente el de maternidad».

En torno al Corona de Aragón

El Imparcial decía ayer en su primera página que «las bombas del Corona de Aragón iban contra doña Carmen, contra la familia Franco». Esta alusión a «bombas» o a «explosiones» es un dato que circuló por Zaragoza a titulo de rumor, y de esta forma se hizo eco del mismo El Heraldo de Aragón, pero hasta el momento no ha sido avalada por nadie, a excepción del relato que, según el aludido periódico, Carmen Polo de Franco ha hecho «a sus amistades». Doña Carmen había contado, según se cita, que oyó varias explosiones «precisamente debajo de mi habitación».

También circuló por Zaragoza el rumor de que un policía de la escolta de doña Carmen amenazó a punta de pistola a un bombero para que entrase a rescatar a doña Carmen porque éste no se atrevía, pero tampoco este dato tiene aval alguno. Menos aún la versión del citado periódico que alude a un individuo que retiró la escalera de mano por la que debía descender la viuda de Franco, al tiempo que decía: «¡Déjenla que se queme, que arda! », por lo que el policía lo encañonó y obligó a que volviera a poner la escalera. Fuentes policiales han señalado a EL PAIS que tal incidente no consta «de ninguna forma» en las diligencias policiales realizadas en Zaragoza, sobre todo lo concerniente al incendio.

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