Cartas al director

La General Motors en España

Unas discretas apreciaciones sobre la instalación de la General Motors en España, que no sean un canto optimista y confiado al sector del automóvil y al industrialismo desarrollista: no llego a comprender cuál es la política sectorial de desarrollo ni la política de empleo del Gobierno. A mi modo de ver, se debían de haber tenido presentes, sin ser exaustivos, las circunstancias siguientes:- Mercado nacional del automóvil decreciente.

- Mercado internacional con un duro futuro: demanda estancada, crisis sin fondo del petróleo, competencia a muerte por la supervivencia.

- El secto...

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Unas discretas apreciaciones sobre la instalación de la General Motors en España, que no sean un canto optimista y confiado al sector del automóvil y al industrialismo desarrollista: no llego a comprender cuál es la política sectorial de desarrollo ni la política de empleo del Gobierno. A mi modo de ver, se debían de haber tenido presentes, sin ser exaustivos, las circunstancias siguientes:- Mercado nacional del automóvil decreciente.

- Mercado internacional con un duro futuro: demanda estancada, crisis sin fondo del petróleo, competencia a muerte por la supervivencia.

- El sector del automóvil debemos acostumbrarnos a verlo en retroceso y con problemas de reconversión, y no como generador del desarrollo.

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- España es el país con más fabricantes del mundo (5).

- Las plantas de la G. M. serán más robotizadas que las de los actuales fabricantes, quienes se verán obligados a disminuir plantillas, lo que hará que el saldo de empleo sea negativo, al no haber un mercado que lo absorba todo y a cualquier precio.

Acaba de firmarse, y paradójicamente al mismo tiempo, un acuerdo INI-FIAT, para salvar, según se nos dice, 32.000 puestos de trabajo y donde las arcas del Estado se comprometen seriamente.

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