El agua del Tajo y el trasvase

Ni en la democracia, la justicia y la razón. son suficientes para atender las peticiones de los menos afortunados, porque aquí lo que cuenta son las voces en la calle, los movimientos de masas, las presiones a altos niveles, la violencia... Y los poderosos tienen todo esto y más.Un ejemplo concreto es el trasvase Tajo-Segura. Los toledanos estamos viendo cómo unas tierras pobres, que verían mitigada su pobreza elevando las aguas de «su río» cuarenta metros, irrigando decenas de miles de hectáreas, son abandonadas a su suerte, mientras las aguas de este mismo río son elevadas trescientos metros...

Ni en la democracia, la justicia y la razón. son suficientes para atender las peticiones de los menos afortunados, porque aquí lo que cuenta son las voces en la calle, los movimientos de masas, las presiones a altos niveles, la violencia... Y los poderosos tienen todo esto y más.Un ejemplo concreto es el trasvase Tajo-Segura. Los toledanos estamos viendo cómo unas tierras pobres, que verían mitigada su pobreza elevando las aguas de «su río» cuarenta metros, irrigando decenas de miles de hectáreas, son abandonadas a su suerte, mientras las aguas de este mismo río son elevadas trescientos metros y transportadas a trescientos kilómetros de distancia para dar un poco más al que mucho tiene.

Y este hecho, a todas luces injusto, incoherente, sin sentido, producto de una etapa antidemocrática, se está llevando a la práctica en condiciones infinitamente peores de las que se proyectaron en la dictadura.

El Gobierno de UCD, a la caza del voto en Levante, calla. La Oposición, como allí tiene tajada, consiente. ¿Y la prensa de Madrid?

La prensa de Madrid, que debía ser pionera en la lucha contra el trasvase, está muda. ¿Qué diría la prensa catalana o la del País Vasco si les quitasen un río que pasara a cuarenta kilómetros de Barcelona o Bilbao? Pero la prensa de Madrid está muda.

Y los toledanos respetamos todo aquello que se supone un hombre de bien debe respetar, y lo que tenemos que decir lo decimos con «palabras y razonando». Pero no nos hacen caso.

Aquí hay dignidad y entendemos que por el trasvase se va la nuestra. Esperemos que no sea necesario recurrir a maneras que no compartimos, pero que estamos dispuestos a emplear si, como hasta ahora, el Gobierno sigue sordo, los partidos políticos mudos, y la prensa, manca.