Alarma en la exportación

Con algo de retraso he leído el artículo publicado en EL PAÍS por el respetado equipo de coyuntura económica, del domingo 8 de julio, y titulado «Una estrategia frente a la inflación».Aunque estoy de acuerdo con el tono general de las ideas defendidas en él, considero poco razonable el de continuar sosteniendo a estas alturas una política que sacrifica el sector exportador español a la lucha antiinflacionista.

Creo sinceramente, por los muchos contactos profesionales que tengo con empresas industriales exportadoras, que ha llegado la hora de ser realistas y de constatar que, si se ha pr...

Con algo de retraso he leído el artículo publicado en EL PAÍS por el respetado equipo de coyuntura económica, del domingo 8 de julio, y titulado «Una estrategia frente a la inflación».Aunque estoy de acuerdo con el tono general de las ideas defendidas en él, considero poco razonable el de continuar sosteniendo a estas alturas una política que sacrifica el sector exportador español a la lucha antiinflacionista.

Creo sinceramente, por los muchos contactos profesionales que tengo con empresas industriales exportadoras, que ha llegado la hora de ser realistas y de constatar que, si se ha producido un «efecto calmante» en los aprovisionamientos exteriores, gracias a la apreciación de la peseta, se ha producido también, paralelamente, un «efecto alarmante» de crisis grave en dicho sector exportador, al recortarse drásticamente la competitividad de nuestros productos industriales en los mercados internacionales, con las consecuencias que derivan a nivel de la situación financiera de las empresas.

Y si el sector exportador español ha perdido y pierde dinero, desde hace un par de años (al apreciarse la peseta cara al dólar en un 32%), ¿cómo se va a hacer frente a la nueva situación creada por la última subida del precio del petróleo en la balanza comercial, en el empleo y, en general, en la economía española?