Cartas al director

Patrimonio republicano

El día 7 de mayo me personé en el Ayuntamiento de esta localidad -como representante legal de ARDE- con la finalidad de reclamar (con el oportuno escrito) la devolución del edificio del Círculo Republicano, que en 1939 nos fue incautado a los republicanos de Santa Cruz.El actual alcalde, Alfonso Martínez, miembro del PCE, me respondió con evasivas legalistas, como en los mejores tiempos franquistas, y con la «superioridad» del fuerte sobre el débil, pues somos un partido testimonial. El resultado final fue no entregarme la llave pedida. No es nada desorbitada nuestra petición, pues es nuestro ...

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El día 7 de mayo me personé en el Ayuntamiento de esta localidad -como representante legal de ARDE- con la finalidad de reclamar (con el oportuno escrito) la devolución del edificio del Círculo Republicano, que en 1939 nos fue incautado a los republicanos de Santa Cruz.El actual alcalde, Alfonso Martínez, miembro del PCE, me respondió con evasivas legalistas, como en los mejores tiempos franquistas, y con la «superioridad» del fuerte sobre el débil, pues somos un partido testimonial. El resultado final fue no entregarme la llave pedida. No es nada desorbitada nuestra petición, pues es nuestro derecho y patrimonio, que en otras localidades ya nos ha sido devuelto, como los casos de Segorbe (Castellón), Burjasot (Valencia), Carlet, Buñol, etcétera.

Los hechos que expongo son, en síntesis, querer ignorar olímpicamente unos derechos. Máxime cuando, según puedo demostrar, el citado edificio, que es propiedad real de mi partido (ARDE), es propiedad familiar por figurar documentalmente a nombre de mi fallecido tío, Emilio Palomo Aguado (ministro de Comunicaciones de la República), y también de mi padre, Eduardo Palomo (presidente de la Diputación de Toledo en 1936), que fue fusilado en Ocaña en febrero de 1940.

Si para recuperar lo que es nuestro nos vemos obligados a seguir el tortuoso y largo camino de los tribunales, no podemos sino pensar que la preconizada «reconciliación» no es sino una falacia.

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