Cartas al director

Desidia urbanística en Béjar

Tengo ubicada mi industria y mi vivienda junto al palacio Ducal de Béjar, castillo antiquísimo y restaurado en su mayor parte para su utilización como instituto de enseñanza media Ranión Olleros Gregorio. Tan sólo un gran torreón de dicho edificio, que al parecer no era de utilidad para dicha institución, quedó al único amparo de la demolición, por los acentes atmosféricos y los niños que urgaban diariamente en él, con el consiguiente pellgro para ellos y para infinidad de vecinos Y viandantes de la localidad. ya que este edificio se encuentra enclavado en el centro de la ciudad. muy cerca de ...

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Tengo ubicada mi industria y mi vivienda junto al palacio Ducal de Béjar, castillo antiquísimo y restaurado en su mayor parte para su utilización como instituto de enseñanza media Ranión Olleros Gregorio. Tan sólo un gran torreón de dicho edificio, que al parecer no era de utilidad para dicha institución, quedó al único amparo de la demolición, por los acentes atmosféricos y los niños que urgaban diariamente en él, con el consiguiente pellgro para ellos y para infinidad de vecinos Y viandantes de la localidad. ya que este edificio se encuentra enclavado en el centro de la ciudad. muy cerca de un colegio y rodeado (de viviendas.El día 12 de marzo, sobre las ocho de la tarde, parte de dicho torreón se derrumbó, afortunadamente sin desgracias personales, por ser por la parte menos peligrosa, que linda con unas huertas, pero aun así las piedras inundaron dos aulas del instituto con el consiguiente destrozo. Al día siguiente, por la mañana, se nos envió un oficio del Ayuntamiento, instándonos a desalojar los edificios más cercanos. Ante nuestra pregunta de dónde podíamos trasladar nuestro almacén y vivienda, se limitaron a encogerse de hombros, pero nos corirninaron a hacerlo lo más urgente posible.

Desde este día nos encontramos con nuestro negocio ambulantes en varios locales que nos han dejado varios amigos, con grandes dificultades para proseguir nuestras actividades de distribución de géneros de pañería por toda España y quedando parcialmente lisiados los otros dos negocios de mis hijos, de joyería y relojería, que tenían todo el almacenaje instalado en el mismo local comercial.

Con fecha 9 de abril hemos recibido fotocopia del informe técnico del arquitecto Ignacio Gonzalo Hernández, en la que se nos advierte del peligro existente, pero se lavan las manos de una forma, a nuestro entender, absurda, ya que si alguno de los vecinos, también industriales, se niega a trasladarse es debido a que no tiene dónde ir, ni nadie se lo proporciona.

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Creo que nadie tiene obligación a tener casa y local de repuesto, para cuando cualquier organismo oficial, sea Bellas Artes, Ministerio de Educación y Ciencia o el Ayuntamiento, desee aplastar su casa con un edificio antiartístico y vergüenza nacional por su estado crítico de ruina y presentación.

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