Cartas al director

Marginación de los "marginales"

Su información del día 27 sobre la manifestación antinuclear realizada el día anterior en Madrid me recuerda a aquellas viejas campañas navideñas de «siente un pobre a su mesa». Para tranquilizar la conciencia por la manipulación informativa, dejad una página «marginal» a la Rosa Montero, que de manera confusa -también los marginales se confunden- maldiga la bronca represiva de nuestra derecha insobornable.Desde el mágico promedio para determinar el número de manifestantes a la información sobre las provocaciones ultras, transcribiendo-parafraseando la manipulación oficial, todo huele a naftal...

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Su información del día 27 sobre la manifestación antinuclear realizada el día anterior en Madrid me recuerda a aquellas viejas campañas navideñas de «siente un pobre a su mesa». Para tranquilizar la conciencia por la manipulación informativa, dejad una página «marginal» a la Rosa Montero, que de manera confusa -también los marginales se confunden- maldiga la bronca represiva de nuestra derecha insobornable.Desde el mágico promedio para determinar el número de manifestantes a la información sobre las provocaciones ultras, transcribiendo-parafraseando la manipulación oficial, todo huele a naftalina falsificadora. En el interior del periódico el desarrollo de la festiva manifestación, emparedado entre referencias a los planes oficiales, la «moderación», falta de compromiso de los partidos enganchados al carro y la meliflua invocación al referéndum. Fue una manifestación protagonizada por los marginales, aunque nominalmente apoyada por otros muchos. Y ese protagonismo hay que silenciarlo, porque lo que se sale fuera del sistema no existe, máxime si cuestiona lo más querido del mismo: la acumulación irracional de poderes.

Por si esto no hubiera quedado patente en la manifestación -por tanto, digno de todo silencio informativo-, ahí están las sanciones gubernativas, encaminadas a reprimir no a los causantes de la provocación, sino a los que expresaron su disidencia. Eso sin mencionar que aquella bullanguera reivindicación de un sol democrático, curiosa paradoja histórica la de este sol, símbolo de todos los poderes absolutos, se convirtió en un dato más ante nuestra impotencia y resignación exasperada de vIandantes pacíficos, para pensar que sólo los ángeles de la violencia tienen un trozo de cielo/infierno en esta sociedad. Ustedes sigan escondíendo la cabeza debajo del ala, como les ha pasado en otros graves asuntos de este país.

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