La derecha presiona para que Santiago no sea capital de Galicia

La designación de un alcalde nacionalista para La Coruña, con el apoyo de toda la izquierda gallega, preocupa seriamente a los sectores conservadores de la ciudad, que no tienen demasiada fe en que Domingo Merino, socialista nacionalista, defienda como ellos quisieran la capitalidad gallega para La Coruña.Durante los últimos días el tema de la capitalidad se ha venido retomando desde La Coruña con más beligerancia que nunca. Desde que la comisión de los 16 aprobó por unanimidad el artículo 7 del anteproyecto de Estatuto de Autonomía, que sitúa en Santiago la capital de Galicia, los coru...

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La designación de un alcalde nacionalista para La Coruña, con el apoyo de toda la izquierda gallega, preocupa seriamente a los sectores conservadores de la ciudad, que no tienen demasiada fe en que Domingo Merino, socialista nacionalista, defienda como ellos quisieran la capitalidad gallega para La Coruña.Durante los últimos días el tema de la capitalidad se ha venido retomando desde La Coruña con más beligerancia que nunca. Desde que la comisión de los 16 aprobó por unanimidad el artículo 7 del anteproyecto de Estatuto de Autonomía, que sitúa en Santiago la capital de Galicia, los coruñeses soltaron toda su artillería dialéctica para defender su candidatura. Existe una Junta de Defensa de La Coruña, una Asociación de Amigos de La Coruña y otras entidades públicas y privadas desde las que se bombardea constantemente a la opinión pública con diatribas que alcanzan, algunas veces, alto grado de virulencia dialéctica. Alguien llamó, por ejemplo, ladrones a los políticos que redactaron el anteproyecto de Estatuto.

En algunos círculos se asegura que el tema capitalino va a ser precisamente el caballo de Troya de la, derecha coruñesista para combatir el proceso autonómico en base a la pugna por la sede central del Gobierno gallego. Si ello llega a suceder con todas las consecuencias, es probable que el puesto de alcalde en La Coruña, en manos de un militante del Partido Socialista Galego, se convierta a la larga en una bomba que estalle contra la propia izquierda.

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