José Luis Alvarez: "Las acusaciones socialistas son de juzgado de guardia"
Los últimos actos electorales de la campaña de UCD, celebrados el domingo, fueron, sin duda alguna, los que contaron con una mayor participación de público, atraído por el señuelo de utilizar gratuitamente las instalaciones del Zoo, Parque de Atracciones, Pabellón de Cristal y la competición automovilística del circuito del Jarama. La afluencia se calcula que fue superior a las 300.000 personas. José Luis Alvarez aprovechó sus últimas intervenciones del fin de semana para rebatir los argumentos socialistas, a los que calificó de merecedores de pasar al juzgado de guardia.
La fiesta de U...
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Los últimos actos electorales de la campaña de UCD, celebrados el domingo, fueron, sin duda alguna, los que contaron con una mayor participación de público, atraído por el señuelo de utilizar gratuitamente las instalaciones del Zoo, Parque de Atracciones, Pabellón de Cristal y la competición automovilística del circuito del Jarama. La afluencia se calcula que fue superior a las 300.000 personas. José Luis Alvarez aprovechó sus últimas intervenciones del fin de semana para rebatir los argumentos socialistas, a los que calificó de merecedores de pasar al juzgado de guardia.
La fiesta de UCD de la Casa de Campo, favorecida por un relativo buen tiempo, contó con la cifra citada anteriormente de visitantes, cifra en la que coincidieron los cálculos del partido y de la Policía Municipal. Aunque no se han podido recabar datos de la dirección del Parque de Atracciones, ya que por ser ayer lunes estaba cerrado, se sabe que en el Zoo la afluencia rayó las 85.000 personas, cuando la entrada normal en un domingo climatológicamente similar viene a ser de unas 17.500 personas.UCD alquiló por un importe global el uso gratuito del Zoo. La cantidad exacta se desconoce, pero es lógico suponer que fue importante. Las entradas al Zoo, en domingo, valen doscientas pesetas para las personas adultas y sesenta para los niños. En la puerta de entrada, miembros de UCD repartían las entradas a las personas que esperaban turno y que formaron una larga cola. De paso, se repartía propaganda del partido, se oían insistentemente el chotis electoral ucedista y los colores verde y anaranjado se vislumbraban por todas partes, sobre todo en el Parque de Atracciones.
La asistencia fue también masiva al acto de competición automovilística celebrado en el circuito del Jarama, donde además se contó con la atracción de varios globos aerostáticos. Aunque José Luis Alvarez no pronunció ningún discurso el domingo, durante su estancia en la Casa de Campo aprovechó para jugar una partida de minigolf, ante la mirada de los curiosos, que contemplaban el saber hacer con los palos de su posible alcalde.
La placidez campestre del domingo fue, sin embargo, el reverso de las fuertes declaraciones del alcaldable ucedista emitidas en programas de radio. En ese momento, José Luis Alvarez atacó duramente a los socialistas. Desmintió las acusaciones de aquéllos en el sentido de su falta de ética al tener abierta su notaría durante su mandato como alcalde, así como la de ser «el alcalde de las inmobiliarias», acusaciones a las que calificó como de juzgado de guardia. En sus alocuciones por radio, el señor Alvarez se mostró sensible a los problemas de la tercera edad y recordó las decisiones municipales tomadas durante su mandato en favor de éstos, como fueron reducir el precio del billete de los autobuses o los pases especiales para ancianos en los cines de la capital.
José Luis Alvarez se mostró en todo momento seguro de ganar las elecciones por mayoría absoluta. En un comunicado distribuido profusamente este fin de semana se señala además que «los socialistas moderados y las personas que pensaban votarles no tienen más remedio que votar a la candidatura de UCD, tal como están las cosas, si quieren evitar el chantaje permanente de los comunistas sobre su partido».
El comunicado insiste a continuación en la afinidad ideológica entre socialistas moderados y ucedistas, y su alejamiento común de los comunistas «patrocinadores de una ficticia unión de los partidos de izquierda -se dice en el escrito- con el solo propósito de erigirse en árbitros y ganar, en la práctica, una situación de poder político que no consiguieron en las recientes elecciones generales».