"El «lock-out» de la enseñanza se planeó ante la eventualidad de un Gobierno socialista"

«La FERE, el sector confesional y más importante dentro de la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), planeó el lock-out anunciado para el próximo día 26, en coincidencia con la huelga convocada por los sindicatos independientes de la enseñanza, ante una eventual victoria de los socialistas, en las elecciones generales», manifestaron ayer en el curso de una rueda de prensa los dirigentes del comité federal de FETE- UGT.

Argumentaron los portavoces que el lock-out promovido por la patronal que preside el padre Martínez Fuertes fue anunciado en pleno período electora...

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«La FERE, el sector confesional y más importante dentro de la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), planeó el lock-out anunciado para el próximo día 26, en coincidencia con la huelga convocada por los sindicatos independientes de la enseñanza, ante una eventual victoria de los socialistas, en las elecciones generales», manifestaron ayer en el curso de una rueda de prensa los dirigentes del comité federal de FETE- UGT.

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Argumentaron los portavoces que el lock-out promovido por la patronal que preside el padre Martínez Fuertes fue anunciado en pleno período electoral porque «la Iglesia tenía miedo a los resultados de las elecciones y quiso tomar la iniciativa en un sector donde tiene tanto intereses en juego».Los propósitos de cierre patronal se mantienen después del triunfo de UCD, «triunfo al que han contribuido de manera decisiva los votos de la Iglesia», porque ahora se trata de dar un, «apoyo moral» al partido en el Gobierno, ante las importantes decisiones legislativas que las nuevas Cortes tendrán que adoptar en materia de enseñanza.

Para la central socialista, la acción conjunta de la patronal confesional y los sindicatos independientes se enmarca en el objetivo general de obtener el máximo de privilegios en las futuras leyes de presupuestos, financiación de la enseñanza obligatoria y estatutos de centros, de la función pública y del profesorado, «legislación que va a prefigurar el futuro de la enseñanza para los próximos diez o quince años».

Calificaron de «cínicos» los apoyos de FERE y CECE a las «justas reivindicaciones» de los trabajadores de la enseñanza privada, «justas reivindicaciones de las que la patronal se dio cuenta pocos días después de haber llevado las discusiones del convenio colectivo a la forzada solución del laudo, con la colaboración de los sindicatos amarillos».

FETE-UGT, según anunciaron sus dirigentes, se propone realizar una intensa campaña para conseguir que el Estado, que es en definitiva el patrono de los trabajadores de la enseñanza privada subvencionada, pague directamente las nóminas de «sus» trabajadores. Esta sería la única alternativa válida al problema de las subvenciones, dado que las «comisiones de control», previstas por la actual legislación, no han dado ningún resultado.

Por lo que respecta al sector estatal, FETE considera totalmente insuficiente la subida de salarios prevista por el Gobierno (un 10%) y propone un 14% para todos los funcionarios, más un complemento transitorio de 2.000 pesetas mensuales para los docentes. Manifiestan, por otra parte, su radical negativa a mantener en el futuro ningún tipo de conversaciones con las autoridades ministeriales que no tengan el carácter de verdaderas negociaciones.

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