La última barraca.

El salvaje desarrollismo valenciano de los años sesenta amenaza con llevarse por delante zonas de tanto interés como la Albufera o El Saler, pero con lo que ha terminado definitivamente es con la barraca, tan querida por Blasco Ibáñez. Esta es posiblemente la última que mantiene su techo originario de cañas. Pero la especulación ha llegado también hasta aquí y es probable que antes de un año este lugar este ocupado ya por las hormigoneras para construir una enésima colmena de viviendas-celda. Páginas 18 y 19 ...

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El salvaje desarrollismo valenciano de los años sesenta amenaza con llevarse por delante zonas de tanto interés como la Albufera o El Saler, pero con lo que ha terminado definitivamente es con la barraca, tan querida por Blasco Ibáñez. Esta es posiblemente la última que mantiene su techo originario de cañas. Pero la especulación ha llegado también hasta aquí y es probable que antes de un año este lugar este ocupado ya por las hormigoneras para construir una enésima colmena de viviendas-celda. Páginas 18 y 19

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