Incrementos salariales del 18,45% en seguros

El próximo miércoles, tras cuatro meses de conversaciones entre sindicatos y patronal, mes y medio de negociaciones formales y una huelga de trece días en el sector, puede firmarse el convenio de seguros, que afecta a más de mil empresas y a las entidades de previsión con un censo global de 50.000 trabajadores.

Ayer se llegó a un acuerdo, que fue firmado por las partes, entre UNESPA, la patronal del sector, y los representantes de CCOO, UGT y CNT. El acuerdo, si es ratificado por las asambleas, será firmado formalmente el próximo miércoles. La solicitud de conflicto colectivo por los em...

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El próximo miércoles, tras cuatro meses de conversaciones entre sindicatos y patronal, mes y medio de negociaciones formales y una huelga de trece días en el sector, puede firmarse el convenio de seguros, que afecta a más de mil empresas y a las entidades de previsión con un censo global de 50.000 trabajadores.

Ayer se llegó a un acuerdo, que fue firmado por las partes, entre UNESPA, la patronal del sector, y los representantes de CCOO, UGT y CNT. El acuerdo, si es ratificado por las asambleas, será firmado formalmente el próximo miércoles. La solicitud de conflicto colectivo por los empresarios y las convocatorias de huelgas intermitentes por los sindicatos quedarán entonces sin efecto.Los primeros contactos para la negociación del convenio tuvieron lugar el pasado 6 de noviembre. La pretensión de los empresarios de que estuvieran presentes en las negociaciones el mayor número de centrales posibles fue rechazada por los tres sindicatos mayoritarios en el sector: CCOO, UGT y CNT. Tras anunciar estos sindicatos su intención de convocar a una huelga al objeto de que la patronal les reconociera como únicos interlocutores válidos de sus trabajadores, UNESPA reconsideró su primitiva postura y accedió al inicio de las deliberaciones con los tres mencionados sindicatos y la central vasca ELA-STV.

El inicio de las negociaciones, sin embargo, puso de manifiesto la disparidad de los planteamientos entre patronal y sindicatos y la común firmeza de imponer las tesis propias. Los avances fueron escasos, especialmente en los temas salariales, sindicales y de vigencia del pacto.

Las tres centrales sindicales de ámbito estatal llamaron a una huelga indefinida a partir del 6 de febrero con el objetivo de presionar a UNESPA para que modificara su postura y lograr que las negociaciones del convenio salieran del estancamiento en que se encontraban. Durante la huelga, con sensibles altibajos, continuaron los contactos entre centrales y patronal. El paro, pese a la disparidad de estimaciones entre las fuentes empresariales y las sindicales. fue mayoritario en los primeros días, disminuyendo paulatinamente hasta llegar a un punto en que CCOO y UGT decidieron, aun a riesgo de enfrentarse con CNT, desconvocar el paro indefinido y transformarlo en paros parciales.

El incremento salarial solicitado por las centrales, en plena vigencia de la huelga, era -según un portavoz de CCOO- de un 18% sobre masa salarial, que correspondía a algo más del 22% sobre tabla. La patronal, en este punto. ofrecía un 15% sobre tabla, que según los sindicatos correspondería a un 11% sobre masa. Un portavoz de UNESPA, sin embargo, precisaba que la oferta era del 18,45 % sobre tabla salarial, ya que los sindicatos silenciaban el 3,45 % ofrecido por antigüedad. Finalmente, en el acuerdo, el incremento salarial queda fijado en el 18,45%, fijándose para los auxiliares mayores de dieciocho años un salario mínimo de 23.000 pesetas en dieciséis pagas y media, que se reduce a 19.000 para los menores de dieciocho años con un año de antigüedad y a 16.500 para los menores de dieciocho años con menos de un año de antigüedad. Se crea una sola categoría de aspirante, para los que se incorporen a las empresas con dieciséis y diecisiete años, con un salario de 16.000 pesetas.

En jubilación, donde la patronal ofrecía reducir la edad de los 67 vigentes en el sector a los 65 años y los sindicatos la reivindicaban a los 62, se ha acordado que sea a los 65 años con el 100% de percepciones más un premio de diez mensualidades.

La jornada ha quedado fijada en cuarenta horas semanales, distribuidas de ocho a quince horas de lunes a sábado durante todo el año (excepto los meses de junio, julio, agosto y septiembre en que se librará los sábados), a cambio de un compromiso -no cuantificado, simbólico- de aumento de la productividad para compensar la reducción de jornada.

La vigencia, como reivindicaban los trabajadores, ha quedado fijada en un año y no se ha incluido la cláusula de paz laboral que reivindicaba la patronal. En derechos sindicales, otro de los puntos más conflictivos, se ha acordado acogerse en su día a las disposiciones legales que se dicten y, entre tanto, otorgar a los nuevos representantes las facultades y derechos de los antiguos enlaces y jurados de empresa.

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