La profesionalización del futbolista desaparece en Tercera División

La Segunda División B permanecerá, al menos durante las próximas cinco temporadas, como su estructura actual. La tercera, en cambio, a partir de la próxima temporada, contará con ocho grupos de veinte equipos, en lugar de seis, como ahora. Uno de ellos estará formado exclusivamente por equipos de las islas Baleares. Esta categoría, también a partir de la próxima temporada, solamente podrá inscribir jugadores aficionados y aficionados compensados. Desaparece en ella, por tanto, la profesionalidad. Estos acuerdos fueron adoptados ayer en la asamblea extraordinaria que celebró el fútbol nacional ...

La Segunda División B permanecerá, al menos durante las próximas cinco temporadas, como su estructura actual. La tercera, en cambio, a partir de la próxima temporada, contará con ocho grupos de veinte equipos, en lugar de seis, como ahora. Uno de ellos estará formado exclusivamente por equipos de las islas Baleares. Esta categoría, también a partir de la próxima temporada, solamente podrá inscribir jugadores aficionados y aficionados compensados. Desaparece en ella, por tanto, la profesionalidad. Estos acuerdos fueron adoptados ayer en la asamblea extraordinaria que celebró el fútbol nacional y en la que el Real Madrid solicitó se establezca el control antidóping.

Inmediatamente después de iniciarse la Asamblea, el vicepresidente del Carabanchel, equipo madrileño de Tercera División, solicitó se votase la discusión urgente del laudo de la Dirección General de Trabajo, por el que se resolvía el conflicto colectivo presentado por la AFE. El presidente de la Federación indicó que no era competencia de la asamblea discutir una decisión de un organismo oficial, pero que sí accedía a comentarse el tema si los asambleístas lo aprobaban. A la hora de votar si se trataba el asunto, nadie respaldó la postura del vicepresidente del Carabanchel. Este replicó a dicho resultado diciendo que esperaba de antemano ese resultado, con lo que trataba de forma incorrecta a los demás asambleístas, como así lo hizo constar públicamente Pablo Porta.Seguidamente, Adolfo Gil de la Serna, presidente de la Federación Castellana y tesorero de la Española, como presidente de la comisión que elaboró la propuesta, explicó los motivos de la reestructuración de la Segunda B y Tercera División presentada por la junta directiva de la Federación. Esta reestructuración consistía en un solo grupo de Segunda B y ocho en Tercera y 34 equipos de segunda B, con el apoyo de la Federación, cuyos votos necesitaron para llegar al número indispensable para ello, presentaron una propuesta en la que deseaban que la categoría no se modificase. Los clubs de Segunda B, en una primera votación en la que solamente participaron ellos, por unanimidad, aprobaron su propuesta. Pero al solicitar el Athlétic de Bilbao la votación, ésta se llevó a cabo. Se emitieron un total de 1.287 votos, de los que 870 apoyaron a los clubs de Segunda B, rechazaron su propuesta 290 votos, se abstuvieron 126 y uno resultó nulo.

Primera mujer en un pleno

No existió oposición alguna para la reestructuración de Tercera División, que pasará de seis a ocho grupos de veinte equipos, y uno de ellos estará formado únicamente con clubs de Baleares. Por este motivo se produjo un anecdótico dato histórico. Una mujer, María Dolores Pons, presidente del Spórting Mahonés, intervenía por primera vez en una asamblea de fútbol. Su petición seguramente no será aceptada: su club prefiere ser incluido en el grupo catalán antes que el balear. El detalle de su intervención no pasó inadvertido por el Madrid, que después obsequió a la presidenta con un reloj del club, chapado en oro. El Barcelona, a través de su representante, replicó a la actitud madridista, que con ella, o ha dejado mal al resto de los clubs, o, por el contrario, es el más avispado.No hubo oposición para aceptar, asimismo, la supresión de la profesionalidad en Tercera División. Se produjeron algunas intervenciones para aclarar algunos puntos confusos. El Atlético de Madrid indicó su deseo de que esa supresión afectase también a Segunda B. No se decidió otra cosa respecto a ello que la de su presentación en la próxima asamblea.

La asamblea extraordinaria finalizó con el capítulo de ruegos y preguntas. La mayoría de los temas planteados, que no podían ser resueltos con decisiones, ya que no correspondía, presume un próximo pleno interesante. El Madrid, a través de su adjunto a la gerencia, Fernández Trigo, solicitó se implantase el control antidóping en el fútbol español.

Luis de Carlos, su presidente, comentó que lo pide por las acusaciones recibidas. Hace algunos meses, un jugador madridista, Juanito, llegó a comentar también que existía el dóping. Algún tiempo después, el Madrid lo pudo comprobar por las dificultades que tuvo para superar a un equipo que tres días después empataba en su propio terreno, con actuación desastrosa por parte de quienes el partido anterior jugaron extraordinariamente. El asunto podrá presentarse en la próxima asamblea, en julio.

El Valladolid solicitó la supresión del impuesto de menores, decisión que corresponde a organismos gubernamentales. El Villarreal planteó el tema de la publicidad. Puede ser presentado también en la próxima asamblea, siempre que exista un refrendo de los socios sobre el tema y la Federación regule la dimensión y el contenido de los anuncios.

El Atlético de Madrid, por medio de Santos Campano, planteó de nuevo el tema del laudo del conflicto, posiblemente al desconocer que este asunto fue el primero en tratarse, pero el vicepresidente del equipo madrileño había llegado tarde. De todos modos esto no le impidió proponer que los partidos sean dirigidos por un árbitro sorteado momentos antes del encuentro entre tres de ellos, todos ellos de Primera División. Los dos que no saliesen sorteados actuarían de jueces de línea. Esta solución plantea numerosos problemas difíciles de resolver, cuando en Primera División solamente actúan 32 colegiados y cada jornada se disputan nueve partidos.