El presidente del Bundestag, acusado de perjurio

Dos meses antes de las elecciones presidenciales alemanas, a las que concurre, como candidato de la Democracia Cristiana, el actual presidente del Parlamento federal (Bundestag), Karl Carstens, deberá explicar una nueva acusación lanzada contra él: se le atribuye haber cometido perjurio en un proceso sobre. participación del servicio secreto alemán (BND) en la venta de armamento a países considerados como zona de conflicto.El semanario Stern, de Hamburgo, reveló esta semana que Carstens no sólo conocía estas operaciones ilegales del BND y de dos empresas que cooperaron en las ventas, si...

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Dos meses antes de las elecciones presidenciales alemanas, a las que concurre, como candidato de la Democracia Cristiana, el actual presidente del Parlamento federal (Bundestag), Karl Carstens, deberá explicar una nueva acusación lanzada contra él: se le atribuye haber cometido perjurio en un proceso sobre. participación del servicio secreto alemán (BND) en la venta de armamento a países considerados como zona de conflicto.El semanario Stern, de Hamburgo, reveló esta semana que Carstens no sólo conocía estas operaciones ilegales del BND y de dos empresas que cooperaron en las ventas, sino que incluso anotó de su puño y letra algunos pormenores en los documentos relativos a las transacciones.

El próximo 7 de marzo, dos días después de la nominación de Carstens para la presidencia de la RFA, un tribunal de Colonia decidirá previsiblemente si el político conservador debe reconocer o no el haber falseado la verdad en un proceso anterior, abierto a instancias de un antiguo diputado socialdemócrata, funcionario del BND, que declaró contra Karl Carstens, atribuyéndole el haber cometido perjurio ante el estrado de la justicia.

La acusación a la que el presidente del Parlamento alemán deberá contestar, concretamente el 7 de marzo, es la de haber facilitado y encubierto ventas de armas a Pakistán, India, Israel y Arabia Saudita durante los períodos en que desempeñó los cargos de subsecretario de Defensa (1966-1967) y de la Cancillería (1968-1969), operaciones realizadas por las empresas MEREX y Dobbertin con la cooperación directa del BND.

Según declaró Carstens en dos procesos anteriores, jamás había oído hablar de estas firmas. Sin embargo, el desmemoriado profesor y político, que hace algunas semanas tampoco recordaba que durante la guerra perteneció a las SS hitlerianas, sí estaba al tanto de estas transacciones, según los documentos que la cancillería ha hecho llegar al tribunal de Colonia, documentos que hasta ahora se hallaban depositados en una caja fuerte de la presidencia del Gobierno y que han trascendido a la opinión pública a través de las páginas de Stern.

Según el querellante, Guenther Metzger, ex vicepresidente de la fracción socialdemócrata del Parlamento, Carstens mintió en otoño de 1974 cuando los jueces le interrogaron en relación con el caso Guillaume, el espía colocado por la República Democrática Alemana al lado del entonces canciller Willy Brandt.

Carstens dijo entonces: «En el período en que controlé el servicio secreto jamás oí hablar de ventas de armas ilegales con participación del BND. Por primera vez hoy sé sobre este particular.»

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