Se mantien la confusión en los aeropuertos españoles

Continúa la confusión en los aeropuertos españoles, debido a la huelga de celo que protagonizan desde el lunes pasado los trabajadores de tierra de la compañía Iberia y que ahora entraña ya riesgos mayores que los de no llegar a ningún sitio. Noticias facilitadas por la compañía Iberia, informaban que ayer, a las ocho de la tarde, habían sido cancelados más de treinta vuelos y que otros cuarenta sufrían retrasos superiores a las dos horas. La situación, era más caótica que en días pasados, debido a la paralización en tierra de nueve aviones que no recibían los servicios del taller de instrum...

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Continúa la confusión en los aeropuertos españoles, debido a la huelga de celo que protagonizan desde el lunes pasado los trabajadores de tierra de la compañía Iberia y que ahora entraña ya riesgos mayores que los de no llegar a ningún sitio. Noticias facilitadas por la compañía Iberia, informaban que ayer, a las ocho de la tarde, habían sido cancelados más de treinta vuelos y que otros cuarenta sufrían retrasos superiores a las dos horas. La situación, era más caótica que en días pasados, debido a la paralización en tierra de nueve aviones que no recibían los servicios del taller de instrumentos de a bordo, y por tanto, no podían contribuir a una agilización del tráfico.

A todo ello hay que añadir las dos amenazas de bomba recibidas en las últimas 48 horas contra el DC-8 de Málaga-Nueva York y el Jumbo Madrid-Nueva York, respectivamente. Este último aparato, ya en vuelo, tuvo que regresar a Barajas después de haber despegado con casi cinco horas de retraso. El comandante del avión solicitó las escalerillas y, como por causa de la huelga de celo del personal de tierra no fueron llevadas al borde del avión con la necesaria urgencia, el pasaje hubo de ser desalojado por las rampas del aparato, atropelladamente. Ante estos eventos, uno de los pilotos de Iberia comunicó ayer a EL PAIS la posibilidad de que las tripulaciones dejen de volar muy pronto y de una manera tajante, puesto que cosas así no sólo molestan, sino que ponen en peligro las vidas del pasaje y las suyas propias. En ambos casos resultaron ser falsas alarmas y sólo hay que lamentar el nerviosismo de los pasajeros y la poca colaboración de los trabajadores de tierra en la rápida realización de estas tareas de emergencia, según recoge Europa Press de algunas fuentes.Las consecuencias del « trabajo a reglamento» que efectúan los trabajadores de tierra se dejan sentir estos últimos días desde primeras horas de la mañana y proceden de todos los aeropuertos del país. En Barcelona, el primer vuelo cancelado era el procedente de Almería y el segundo el del «puente aéreo», procedente de Madrid y en el que debía de viajar el propio ministro de Transportes y Comunicaciones.

Las compañías aéreas KLM, de Holanda, y Sabena, de Bélgica, han cancelado sus vuelos a Madrid, aunque podría haber sido por anomalías meteorológicas en sus aeropuertos de origen, detalle que no se ha podido confirmar oficialmente.

Los trabajadores de tierra de la compañía Iberia solicitaron el pasado martes una huelga legal de diez días, a partir del 5 de marzo, en respuesta a la solicitud de conflicto colectivo que había presentado la empresa horas antes. Al cierre de esta edición, las dos partes estaban reunidas desde las cinco de la tarde con el director general de Trabajo, para cumplimentar los trámites de avenencia previos al laudo de obligado cumplimiento que se dictará, en el caso de que no se llegue a un acuerdo que permita continuar las negociaciones del convenio colectivo.

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