Los comunistas galos mantendrán el centralismo democrático
El XXIII Congreso del Partido Comunista francés (PCF), que se celebrará el próximo mes de mayo, no cambiará sensiblemente ni su línea política, ni su funcionamiento interno. Según el proyecto de resolución aprobado por el Comité Central, desaparecerá de los estatutos la referencia a la dictadura del proletariado y se mantendrá el centralismo democrático.
Durante los dos próximos meses, los 700.000 militantes del PCF podrán discutir en sus 20.000 células el texto elaborado por la dirección, que, al final del congreso de mayo, será aprobado por los 2.000 delegados participantes. El Comité...
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El XXIII Congreso del Partido Comunista francés (PCF), que se celebrará el próximo mes de mayo, no cambiará sensiblemente ni su línea política, ni su funcionamiento interno. Según el proyecto de resolución aprobado por el Comité Central, desaparecerá de los estatutos la referencia a la dictadura del proletariado y se mantendrá el centralismo democrático.
Durante los dos próximos meses, los 700.000 militantes del PCF podrán discutir en sus 20.000 células el texto elaborado por la dirección, que, al final del congreso de mayo, será aprobado por los 2.000 delegados participantes. El Comité Central ya aprobó este proyecto de resolución por unanimidad.A la vista de las proposiciones de la dirección a los militantes y a pesar de que «el XXIII congreso se sitúa en la línea de apertura del anterior, de importancia histórica», ni un solo observador no comunista, en Francia, ha apreciado la posibilidad de cambios sensibles en el sentido de lo que ha dado en llamarse eurocomunismo.
«Lo primero que llama la atención -anotaba un comentarista independiente- es que a lo largo de lo que va a ser la ley del funcionamiento político del PCF no se encuentra ni una sola palabra de autocrítica, ni una sola expresión que, aunque sólo fuese implícitamente, reconozca que el partido ha podido cometer algún error, alguna vez, en sus sesenta años de historia. »
Refiriéndose a los países del Este y especialmente a la Unión Soviética, el texto se manifiesta regresivo en relación con actitudes públicas de los dirigentes durante los dos últimos años: «Apreciamos globalmente positivo el balance de los países del Este», dice el proyecto.
Los cambios más acentuados se encuentran en el funcionamiento interno, aunque tampoco se revelan importantes: en lo sucesivo, la prensa comunista podrá publicar «tribunas libres» de sus militantes, en vísperas del congreso y cuando el Comité Central lo autorice en caso de acontecimiento extraordinario.
El centralismo democrático continúa en los estatutos porque «la organización y la actividad de tendencias o de fracciones no es compatible con el funcionamiento del partido».
El texto omite todo lo relacionado con las razones de la Unión de la Izquierda y continúa considerándola como el arma indispensable para luchar contra el capitalismo.