Importantes desigualdades salariales entre distintos sectores productivos

La negociación colectiva que protagoniza la vida social en estos momentos ha puesto de relieve un grave problema para la formulación de cualquier política económica, como es el desconocimiento sobre la situación salarial del conjunto del país, con un grado de desagregación que permita establecer conclusiones de carácter económico o político. Las diferencias salariales intersectoriales son un tema grave de injusticia social y constituyen un problema serio para Gobierno, sindicatos y empresarios. Los datos disponibles en el Instituto Nacional de Estadística sobre los salarios por hora de los gra...

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La negociación colectiva que protagoniza la vida social en estos momentos ha puesto de relieve un grave problema para la formulación de cualquier política económica, como es el desconocimiento sobre la situación salarial del conjunto del país, con un grado de desagregación que permita establecer conclusiones de carácter económico o político. Las diferencias salariales intersectoriales son un tema grave de injusticia social y constituyen un problema serio para Gobierno, sindicatos y empresarios. Los datos disponibles en el Instituto Nacional de Estadística sobre los salarios por hora de los grandes sectores, reflejados en el cuadro adjunto, ponen de relieve que entre el primero y el último las diferencias son casi del triple.

En opinión de diversos expertos en temas salariales, las divergencias intersectoriales se deben básicamente a los siguientes factores:

Carrera de reivindicaciones

La capacidad reivindicativa de los trabajadores. En general, sectores tores con sindicatos desarrollados en los últimos años, con gran concentración de personas en centros de trabajo y con experiencia en la negociación de convenios colectivos han conseguido sucesivamente una mejora de sus condiciones de trabajo y de sus ingresos por el mismo. .La capacidad de los empresarios para repercutir costes. Es otro factor fundamental. En sectores donde los aumentos de costes salariales pueden trasladarse fácilmente a los precios finales, las posiciones patronales en la negociación han sido siempre más blandas y tolerantes en la negociación y han :preferido un aumento de salarios, posteriormente compensado con creces, a un proceso de conflictividad que podría suponer pérdida de jornadas de trabajo.

El carácter estratégico del sector. Este es un tema de doble filo. Por un lado, los, trabajadores han podido, en determinados momentos, forzar las posiciones empresariales para mejorar sus salarios y, por otro, se han visto imposibilitados en determinados momentos para tomar cualquier postura de fuerza en apoyo de sus demandas.

La concentración o dispersión de los centros de trabajo en el sector. Es otro factor decisivo y es evidente, a la vista del cuadro, que los sectores del comercio, el calzado y confección y el mueble ocupan la parte inferior de la tabla. En todos ellos la dispersión de los centros de trabajo es grande, y la capacidad de organización sindical y de reivindicación, pequeña.

Complejidad de datos

Finalmente, otro elemento que en opinión de los expertos cuenta a la hora de fijar salarios es el del peso específico de éstos en los costes del sector. Cuando los salarios representan poco en los costes generales es más fácil que éstos crezcan y se multipliquen a una mínima presión del poder sindical. En casos como la banca, las empresas eléctricas y el seguro, que se sitúan en la parte superior de la tabla, es evidente que las organizaciones patronales han visto hasta ahora con poco recelo la presión en demanda de mayores ingresos salariales, a la vista de que éstos no eran sustantivos o decisivos en sus cuentas de explotación, al menos hasta los últimos tiempos.Todos estos factores han configurado un cuadro salarial general para el país de una gran complejidad, donde los sectores con mayor capacidad de reivindicación han conseguido mejoras sustanciales, ya sea en salario o en jornada laboral, y los menos favorecidos han quedado rezagados y a gran distancia de los otros.

Esta situación parece que no ha ocupado hasta ahora la atención del Gobierno ni de las centrales sindicales, ya que por ninguna de las dos partes se ha mantenido una posición de mayor beligerancia a favor del salario mínimo, que en buena lógica debía convertirse en elemento regulador de, estas desigualdades. En sus programas iniciales tras la legalización, Comisiones Obreras insistió en la necesidad de establecer un salario mínimo que permitiera unos ingresos suficientes para una familia. Posteriormente parece que este tema ha quedado hibernado y ni en los pactos de la Moncloa ni en las negociaciones de Castellana, 3, del pasado año, se planteó esté punto.

Estadísticas salariales

Al plantear cualquier trabajo sobre la situación de los salarios, se tropieza, no obstante, con una gran penuria estadística. Los salarios en este país son unos de los datos económicos de los que se dispone de menor información desagregada, pese a la importancia de los mismos para formulas' cualquier política económica. Los trabajos del Instituto Nacional de Estadística son insuficientes, retrasados y, en algunos casos, no demasiado fiables. El problema inicial para cualquier trabajo en este campo se centra en la definición de conceptos. Hay que homogeneizar el tratamiento de salarios brutos o netos, de salarios mensuales o anuales, ya que según sectores o empresas pueden existir desde catorce hasta veinte pagas mensuales. Hay que precisar jornadas laborales, vacaciones y otros conceptos extrasalariales, como bolsas de vacaciones, créditos y otras instituciones. Concretar los salarios-hora por grandes sectores, por empresas o por territorios constituye una tarea técnica que hasta ahora no se ha abordado ni por el propio Estado ni por sindicatos o empresarios, que deberían ser los más interesados en el tema. En la propia universidad, los trabajos sobre estos temas son escasos y poco actualizados.

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