La prensa francesa resalta el cambio de actitud de su Gobierno

La prensa francesa analizó ayer con interés el cambio de actitud del Gobierno francés hacia los refugiados políticos vascos.«¿Quién puede, verdaderamente, sorprenderse del anuncio de la supresión del estatuto de refugiado?», pregunta el enviado especial de Le Monde a Biarritz en un artículo relativo a las medidas tomadas por el Gobierno francés contra los exiliados vascos

Señala el articulista que desde la visita a España, el verano pasado, del presidente Valéry Giscard d'Estaing todos pensaban «que la medida era ya una realidad, en primer lugar los interesados», pues ya no se re...

La prensa francesa analizó ayer con interés el cambio de actitud del Gobierno francés hacia los refugiados políticos vascos.«¿Quién puede, verdaderamente, sorprenderse del anuncio de la supresión del estatuto de refugiado?», pregunta el enviado especial de Le Monde a Biarritz en un artículo relativo a las medidas tomadas por el Gobierno francés contra los exiliados vascos

Señala el articulista que desde la visita a España, el verano pasado, del presidente Valéry Giscard d'Estaing todos pensaban «que la medida era ya una realidad, en primer lugar los interesados», pues ya no se renovaban los carnets de refugiados llegada la fecha de su expiración.

«El País Vasco francés no llorará -afirma Le Monde-, pues si nunca escatimó la acogida a hermanos fue siempre más reticente para mezclarse en su combate.»

Se trata de una «operación anti-ETA», subraya Le Figaro, conservador, al titular así su comentario a las operaciones de la policía francesa llevadas a cabo ayer, martes, en el País Vasco francés. «Las medidas adoptadas por el Gobierno Francés -dice el citado diario- representan un gesto de buena voluntad respecto a España.»

Le Matin, de tendencla socialista, escribe: «Esta vez la policía francesa ha decidido actuar, mientras que hasta ahora parecía manifestar una cierta tolerancia hacia los vascos españoles (militantes o no) instalados en el País Vasco francés»

La consecuencia inmediata es que «un cierto pánico se ha apoderado de los refugiados vascos españoles, que hoy prefieren esconderse.

L'Aurore (derecha) dice: «Nueve de ellos son culpables de "crímenes de sangre" cometidos en España. Otros siete vascos españoles, acusados de actividades terroristas, han sido devueltos a su país.» L'Humanité (Órgano del PCF) se limita a dar, en pocas líneas, la noticia escueta de los vascos españoles que han sido objeto de medidas de confinamiento o de expulsión.

En cambio, Liberation (extrema izquierda) trata el tema extensamente y con titulares en primera plana. Para Liberation, «esta decisión, tan arbitraria, aparece como un gesto de buena voluntad del Gobierno francés respecto a las autoridades españolas».