Las amenazas de bomba impiden el normal funcionamiento de los ferrocarriles en Vizcaya

En las últimas semanas se han producido veintisiete amenazas de bomba contra las líneas de ferrocarril de ambas márgenes de la ría del Nervión, con los consecuentes desalojos e interrupción del tráfico, normalmente durante toda la jornada. La intensificación de estas amenazas durante los últimos días motivó la convocatoria por parte de la consejería que preside el señor Bandrés de una reunión a la que asistieron representantes de partidos políticos, centrales sindicales y asociaciones de vecinos.

El número de personas que a diario utiliza los servicios de las dos vías férreas se ele...

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En las últimas semanas se han producido veintisiete amenazas de bomba contra las líneas de ferrocarril de ambas márgenes de la ría del Nervión, con los consecuentes desalojos e interrupción del tráfico, normalmente durante toda la jornada. La intensificación de estas amenazas durante los últimos días motivó la convocatoria por parte de la consejería que preside el señor Bandrés de una reunión a la que asistieron representantes de partidos políticos, centrales sindicales y asociaciones de vecinos.

El número de personas que a diario utiliza los servicios de las dos vías férreas se eleva, según la mencionada fuente, a unas 170.000, «la mayoría de ellas asalariados, que se ven imposibilitados de acudir a sus puestos de trabajo, con el consecuente perjuicio económico». Otro efecto de las amenazas es la sobresaturación de las carreteras de acceso a la capital contribuyendo a «agudizar el caos circulatorio de Bilbao».

«No nos parece casual que la línea más afectada por la oleada de amenazas de bomba contra los medios de comunicación por vía férrea sea precisamente la de la margen derecha de Bilbao, cuya gestión fue recientemente transferida al Consejo General Vasco», opinó ayer en Bilbao un representante de la Consejería de Transportes y Comunicaciones del organismo preautonómico.

En opinión de la Consejería de Transportes y Comunicaciones, no es aventurado suponer que tras esta oleada de amenazas pueda haber un «intento consciente por boicotear la naciente autonomía», en particular teniendo en cuenta «la coincidencia entre la intensificación de las amenazas y la transferencia de la red de Feve (Ferrocarriles de Vía Estrecha) al Consejo General Vasco».

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